A sus 73 años, Luiz Felipe Scolari logró otra hazaña en su larga trayectoria en los banquillos, al llevar el Athletico Paranaense a la final de la Copa Libertadores.
Lo hizo sin poder sentarse en el banquillo del Allianz Parque de Sao Paulo, tras haber sido expulsado en la ida de las semifinales contra el Palmeiras, aunque el equipo y su auxiliar y sustituto, Paulo Turra, siguieron al pie de la letra el manual de juego de 'Felipao' para lograr la heroica clasificación a la final.
Desprestigiado y ridiculizado en Brasil tras ser el técnico de la ‘canarinha’ en la humillante derrota por 1-7 en las semifinales del Mundial de 2014, Scolari logró cerrar las bocas de sus críticos coleccionando títulos y buenos resultados desde entonces.
- Salida de Brasil -
Tras dejar la selección brasileña y una posterior etapa sin pena ni gloria por el Gremio de Porto Alegre que aumentó las críticas a su trabajo, Scolari optó por hacer las maletas y salir de Brasil, donde tuvo la tranquilidad necesaria para poder hacer un buen trabajo.
En 2015, el técnico campeón del mundo en 2002 optó por marchar a China, donde en tres años ganó una Liga de Campeones asiática, tres Superligas chinas y una Copa china al frente del Guangzhou Evergrande.
- Regreso triunfal -
El Palmeiras, con el que había ganado la Libertadores en 1999, le abrió las puertas para regresar a Brasil en 2018 y lo hizo de forma triunfal, conquistando el Brasileirao aquel mismo año y convirtiéndose en el técnico de más edad en vencer el torneo.
Posteriormente, logró salvar en 2020 al Cruzeiro del descenso a la Serie C y tuvo su cuarta etapa en el Gremio de Porto Alegre a finales del año pasado, aunque apenas duró 3 meses.
A inicios de mayo de este año, Scolari fue anunciado por sorpresa como nuevo entrenador del Athletico Paranaense, el cuarto técnico del club desde enero, tras la destitución de Fabio Carrille, fulminado tras encajar un 5-0 en La Paz contra The Strongest, en la Libertadores.
- Revulsivo Scolari -
Con la clasificación para octavos de la Libertadores en riesgo (era colista de grupo, con dos derrotas, una victoria y un empate en las primeras cuatro jornadas), y un mal inicio en el Brasileirao, rozando la zona de descenso, Scolari logró cambiar el rumbo del ‘Furacao’ desde su llegada al banquillo.
"Su experiencia nos dio tranquilidad para jugar un fútbol mejor", aseguró el defensa Pedro Henrique sobre el técnico.
Fiel a su estilo, Scolari reforzó la seguridad defensiva del Paranaense, con un doble pivote defensivo y tres mediapuntas más ofensivos, con más intensidad en los marcajes, y aprovechando la velocidad de sus delanteros para sorprender al contraataque.
Con su llegada, el Furacao logró dos victorias en la Libertadores que aseguraron el pase a octavos, enderezó el rumbo en el Brasileirao y acumuló una racha de 14 partidos seguidos sin perder, la mejor marca para el Paranaense en 14 años.
Situado en la parte alta de la tabla en el Brasileirao, Scolari optó por priorizar la Libertadores antes que el torneo local, lo que hizo que el Paranaense se distanciara del liderato aunque tuvo su recompensa en la competición continental.
En dos eliminatorias muy igualadas, el Paranaense se deshizo del Libertad de Asunción en octavos y de Estudiante de la Plata en cuartos con la estrella de Scolari brillando otra vez más, con dos goles en el descuento de dos jugadores que había hecho entrar minutos antes: Rómulo, contra Libertad, y el joven Vitor Roque ante Estudiantes.
Además de llevar al Paranaense a su segunda final de la Libertadores de toda su historia, Scolari se convirtió en el entrenador brasileño con más finales disputadas en el torneo (4), con un balance de dos títulos (con Gremio en 1995 y Palmeiras en 1999) y una derrota (con Palmeiras en 2000).
"Cuando conseguimos dar pasos que no se dieron desde hace tantos años, y el club lo consigue, es una felicidad muy grande. La emoción que siento es la de estar reviviendo grandes trabajos que ya hice en otros clubes", explicó Felipao tras la clasificación.
Sin estar en el banquillo, su estrella brilló de nuevo en Sao Paulo. Fueron dos suplentes, Pablo y el uruguayo David Terans, los autores de los dos goles que igualaron 2-2 el 2-0 con el que el Palmeiras se había adelantado.
Scolari buscará ahora en Guayaquil en la gran final el 29 de octubre igualar al argentino Osvaldo Zubeldía como el segundo técnico con más Libertadores (3), una menos que el también argentino Carlos Bianchi, el mayor vencedor continental, con 4 títulos.
prb/ol