LOS ÁNGELES (AP) — Andy Ruiz tuvo una noche inolvidable en el cuadrilátero hace tres años. Insiste en que puede tener más.
Su duelo de este domingo por la noche frente a Luis Ortiz sería una buena oportunidad para demostrarlo. Podría representar también la última oportunidad del mexicano para emprender una senda que lo lleve a recuperar los cinturones de los pesados que le arrebató milagrosamente a Anthony Joshua y que perdió inmediatamente después ante el propio astro británico.
“Trato de demostrar algo, no sólo para los aficionados o para mi familia, sino para mí mismo, porque perder todos esos títulos me rompió el corazón”, comentó Ruiz. “No puedo perderme la oportunidad de colocarme en una posición que me permita ser campeón de nuevo”
Dos veteranos de la categoría chocan en Los Ángeles, en la pelea principal de una función que se transmitirá mediante la modalidad de pago por ver. La atención se concentra en Ruiz, quien reinó en la división con tres coronas, sólo por seis meses en 2019.
Ruiz (34-2, con 22 nocauts, noqueó a Joshua en el Madison Square Garden gracias a su velocidad de manos y a su astucia en el cuadrilátero, para dar una de las mayores sorpresas en la historia del boxeo. Sin embargo, lució más lento y pesado para la revancha en Arabia Saudí, y Joshua lo superó ampliamente con un mejor boxeo para recuperar sus cinturones.
Después de aquel tropiezo, Ruiz se sometió a una cirugía en la rodilla derecha, cambió de entrenadores y perdió mucho peso. Afirma también que ha redescubierto la concentración necesaria para entrenar eficazmente y ejecutar su estrategia en los combates.
Si tiene razón, ello marcaría el mayor cambio de todos.
“Sólo necesito encontrar la concentración", indicó. “Una vez que tomas una decisión en tu mente para lograr algo y te comprometes a hacer lo necesario para conseguirlo, eso es lo más difícil. Todo lo demás consiste en hacer sólo lo que dijiste que harías”.
El regreso de Ruiz comenzó el año pasado con una victoria sobre Chris Arreola, cuyos formidables talentos nunca pesaron más que sus insuficiencias en entrenamiento y disciplina.
Aunque Ruiz no lució arrollador, cumplió con la tarea. Luego se sometió a la cirugía de rodilla que postergó su siguiente combate.
Su próximo rival es Ortiz (33-2-2 con 28 nocauts). El cubano de 43 años retó dos veces sin éxito a Deontay Wilder en pos del cetro de los pesados.
Ortiz tiene suficiente pegada para terminar con cualquier pelea en esta división, pero no estuvo afinado ni siquiera en su victoria más reciente sobre el excampeón Charles Martin, en el Año Nuevo.
“Esta pelea es especialmente importante, porque el ganador podrá pelear por ser campeón del mundo”, dijo Ortiz.