ATLANTA (AP) — Al finalizar el partido amistoso ante Paraguay, el entrenador argentino Gerardo Martino volteó hacia las gradas del Mercedes Benz Stadium. Con un gesto incrédulo escuchó los abucheos de un sector de aficionados que pedían a coro su salida del banquillo de la selección mexicana.
México jugó uno de sus mejores partidos en lo que va del año el miércoles, pero al final cayó 1-0 ante los paraguayos.
Y el resultado hizo poco por aminorar el descontento de los seguidores mexicanos, al norte y al sur de la frontera, con la gestión del “Tata”.
"Enemigo público número uno… sí, lo he sentido como persona, pero la gente que opina no sabe cómo soy como persona, si supieran nada de esto pasaría”, dijo un resignado Martino en rueda de prensa luego del revés.
“Ya no hay nada que se pueda modificar, mi gran preocupación es qué incidencia tiene esto en el grupo de jugadores. Hoy, si bien el equipo sostuvo buen nivel, la fluidez después del gol de Paraguay no fue la misma y eso tiene que ver".
El volante Derlis González anotó en el complemento, el portero Anthony Silva realizó atajadas clave y Paraguay superó a un plantel alterno de México, que inició la fase final de su preparación para el Mundial de este año en Qatar.
González, quien juega para el Olimpia de su país, aprovechó un rebote dentro del área para marcar el único tanto del encuentro a los 50.
Paraguay, dirigido por el argentino Guillermo Barros Schelotto, quedó fuera de la próxima Copa del Mundo, pero usó el encuentro para ir probando jugadores de cara al proceso del Mundial del 2026, que se realizará en México, Estados Unidos y Canadá.
México sumó otro mal resultado, aunque Martino tiene como consuelo que el equipo, integrado exclusivamente por jugadores de la Liga MX, dejó buenas sensaciones, especialmente en la primera mitad.
Pero el estratega sabe que las voces críticas surgirán de nueva cuenta.
En las últimas semanas, algunos analistas de televisión entre ellos ex jugadores como Hugo Sánchez, probablemente el mejor futbolista mexicano de la historia, han criticado la continuidad de Martino en el banquillo.
Martino no ha hecho oídos sordos a los cuestionamientos. Por primera vez desde que llegó al banquillo salió al paso a esas voces.
“Noto gente feliz de que algún colega pierda su trabajo, sinceramente es una situación bastante atípica. Me ha tocado vivir momentos malos y buenos, pero escuchar a tanta gente de fútbol hablar así… siempre hay códigos en el fútbol y las cosas se dicen en otros términos”, dijo Martino.
Contratado a principios del 2019, Martino llegó a México con la misión de clasificarlo a unos cuartos de final en un Mundial por primera vez fuera de casa. Su arranque fue alentador y se logró coronar en Copa de Oro antes de la pandemia.
El año pasado sufrió tres derrotas ante Estados Unidos, el rival acérrimo. La afición y buena parte de la prensa se desencantó con su gestión.
“Hay una línea de respeto, sobre todo en gente de fútbol que evidentemente no pasa conmigo. Me tocó también ver de fuera los partidos de Cruz Azul y tenía la sensación de que hubo quien se alegró de que Diego Aguirre se haya ido al cuarto o quinto partido es lo que hay”, agregó Martino, molesto.
“Viniendo de fuera, yo no puedo modificar nada, estamos donde estamos y lo que hay que hacer es que el equipo más allá de no poder convertir tenga reconocimiento por jugar bien”, agregó.
Los mexicanos habían padecido en sus partidos pasados en generación de llegadas, algo que no les pasó ante los paraguayos, quienes se llevaron el triunfo en gran medida gracias a la gran actuación de Silva, que desvió al menos cuatro jugadas claras de gol.
Fue el último ensayo con jugadores de la Liga MX para el Tri, que en septiembre tendrá partidos de preparación ante Colombia y Perú, recurriendo a jugadores de las ligas europeas.
Será el último fogueo antes de viajar a Europa para un campamento previo al Mundial donde también sostendrán dos choques de preparación.
México arranca el Mundial el 22 de noviembre ante Polonia. En su grupo, militan también Argentina y Arabia Saudí.
Martino confió en que los jugadores entiendan el entorno para que no les afecte en la Copa del Mundo.
“Hoy jugamos en Atlanta y en 20 días vamos a Los Ángeles, donde será lo mismo y en la Copa del Mundo, México lleva 40.000 personas y Polonia te puede hacer un gol a los 20 minutos esa parte me preocupa porque es como ir a una pelea desigual”, agregó.
México fue mejor en la primera parte, pero erró en la definición y no lo pudo reflejar en el marcador por las buenas atajadas de Silva.
Primero fue César Montes a los 10, luego Jesús Gallardo a los 27 y después Roberto Alvarado a los 35, quienes generaron disparos a portería que murieron en las manos de Silva, un jugador del Puebla mexicano.
Paraguay, que había llegado poco, se adelantó cuando otro jugador de la Liga MX, Carlos González, probó suerte con un tiro de media distancia que pegó en un poste. El rebote le cayó a González, quien convirtió con tiro suave por el centro del arco.
México volvió a ser peligroso a los 55, cuando Gallardo efectuó un disparo desde fuera del área que se estrelló en el travesaño.
Los mexicanos tocaron a puerta a los 86 con un disparo de Carlos Rodríguez que fue rechazado a tiro de esquina por Silva.
Aunque México no hizo un mal encuentro, un sector de los 51,387 espectadores que acudieron al Mercedes Benz Stadium comenzaron a corear “fuera Tata" al final del encuentro.