BEIJING (AP) — Decenas de miles de personas fueron evacuadas el lunes a zonas más seguras, ya que las fuertes lluvias planteaban riesgo de inundaciones en una región del suroeste de China que sufrió una devastadora sequía y ola de calor durante la mayor parte del verano.
Se esperaban aguaceros en zonas de las provincias de Sichuan y Chongqing al menos hasta el martes. Chongqing, una megalópolis construida en una zona de colinas entre montañas y zonas rurales, emitió una alerta de inundaciones rápidas para los dos días.
Las autoridades desplazaron a 61.000 personas de Sichuan a zonas más seguras desde el domingo por la tarde, mientras llovía durante la noche, según dijo el lunes la televisora estatal CCTV. Un pueblo bajo jurisdicción de la ciudad de Guanyuan registró 18.8 centímetros (7,4 pulgadas) de lluvia. Era una de las dos localidades en Sichuan más afectadas por la sequía.
El cambio de tiempo llevó algo de alivio del calor, y se restableció la electricidad en la fábricas de la región tras dos semanas de restricciones por un descenso en la producción de energía hidroeléctrica.
La lluvia debería ayudar a los agricultores, que vieron marchitarse sus cosechas de arroz, chiles y otras cosechas debido a una prolongada sequía dejó casi secos los embalses.
Las temperatura superó los 40 grados Celsius (104 Fahrenheit) en lo que los meteorólogos describieron como la ola de calor más fuerte en China desde que comenzaron los registros en 1961.
La electricidad en Sichuán para uso industrial y comercial “se ha restaurado por completo”, según dijo CCTV en su sitio web. La demanda doméstica para aire acondicionado remitió al remitir las temperaturas, y la lluvia empezaba a llenar las represas hidroeléctricas.
La caída en la producción hidroeléctrica hizo que las eléctricas de Sichuan aumentaran el uso de plantas de carbón, un revés temporal a los esfuerzos para reducir el dióxido de carbono y otras emisiones.