ATENAS (AP) — El primer ministro griego defendió el viernes a sus servicios de inteligencia, en medio de un escándalo de escuchas telefónicas. Kyriakos Mitsotakis señaló que las operaciones de las agencias de inteligencia son esenciales para la seguridad del país, a pesar de haber intervenido el teléfono de un político opositor, hecho que calificó de paso en falso.
Durante un debate parlamentario convocado por el principal partido opositor para analizar las escuchas telefónicas a políticos y periodistas, Mitsotakis dijo que “nada debe poner en tela de juicio esta valiosa rama operativa del Estado, nada debe paralizarla ni por un segundo. Algo así sería desastroso”.
El Parlamento puso fin anticipado a su receso estival, convocado por el partido opositor SYRIZA ante revelaciones de que se vigiló durante tres meses a Nikos Androulakis, dirigente del tercer partido político del país, el PASOK y que se vigiló a un periodista especializado en temas económicos.
Mitsotakis, quien se presentará a reelección el año próximo, asegura que desconocía lo que ha llamado la vigilancia legal de Androulakis, pero que en caso de saberlo no la hubiera probado. El Servicio Nacional de Inteligencia depende directamente de la oficina del primer ministro.
“Cuando me informaron, no vacilé en reconocer que fue un error”, declaró Mitsotakis en el Parlamento el viernes. No reveló por qué se vigiló a Androulakis alegando razones de seguridad nacional, pero insistió en que la escucha telefónica fue legal e invitó a Androulakis a apelar a las cortes griegas o europeas si no estaba de acuerdo.
El dirigente de SYRIZA y ex primer ministro Alexis Tsipras criticó duramente a Mitsotakis por su manejo del asunto, lo acusó de cometer un delito al intervenir el teléfono de un político opositor sin dar una razón válida y exigió su renuncia.
“La escucha de conversaciones telefónicas, señor Mitsotakis... no es un mero error político. Es un acto penal”, dijo Tsipras.