Concluye "vigilancia mejorada" a las finanzas de Grecia

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ATENAS (AP) — Más como un susurro que como una fanfarria, Grecia se deshizo el sábado de otra restricción que data de sus dolorosos años de rescate financiero.

El final formal de la “vigilancia mejorada” por parte de los acreedores de la Unión Europea significa que el país ya no enfrentará el escrutinio trimestral de sus finanzas públicas para obtener pagos de alivio de la deuda.

Eso le da al gobierno de centroderecha del primer ministro Kyriakos Mitsotakis una mayor libertad sobre el presupuesto mientras Grecia, como toda Europa, está luchando contra una crisis energética y el encarecimiento del costo de vida tras la pandemia de coronavirus y la guerra de Rusia en Ucrania. A medida que Moscú recorta el suministro de gas natural a Europa, los precios de la energía se han disparado, alimentando una inflación galopante y amenazando con hundir a Europa en una recesión.

Sin embargo, Grecia —al igual que España, Portugal, Chipre e Irlanda, miembros de la UE rescatados— seguirá siendo supervisada por sus acreedores mientras paga sus deudas. En el caso de Grecia, eso tomará otras dos generaciones, y los últimos préstamos vencen en 2070.

Wolfango Piccoli, copresidente y director de investigación de la consultora Teneo que ha cubierto la crisis financiera de Grecia durante años, dijo que es probable que el fin de la vigilancia mejorada no tenga un impacto significativo.

“Es principalmente un asunto técnico que se espera que la mayoría de los inversionistas ignoren”, dijo. “La gran mayoría del público se concentra en la crisis del costo de vida”, agregó.

Eso es cierto para Efthymia Paidi, una florista del centro de Atenas de 23 años que creció durante la crisis financiera del país y no siente que haya cambiado mucho desde entonces.

“Creo que la crisis esencialmente continúa, nunca terminó”, dijo. “Lo que veo es una repetición constante... El desempleo sigue alto y los salarios son bajos, mientras que el costo de vida es mayor”.

El hito del sábado marca exactamente cuatro años desde el final del programa de préstamo internacional que dejó a los griegos derrotados, pero aún dentro de la UE y la zona euro. La crisis griega agitó los mercados globales y puso aprueba la unidad del bloque.

Los inversores dejaron de prestar dinero a Grecia en 2010 después de que Atenas reconociera haber informado erróneamente datos presupuestarios clave. Para mantener el país a flote, sus socios europeos y el Fondo Monetario Internacional aprobaron tres rescates de 2010 a 2018 por un valor total de 290.000 millones de euros (293.00 millones de dólares).

A cambio, los acreedores exigieron fuertes recortes en los gastos estatales y lo salarios, aumentos de impuestos, privatizaciones y otras reformas radicales destinadas a enderezar las finanzas públicas. La economía se contrajo más de una cuarta parte, el desempleo se disparó a casi el 28% y los profesionales calificados emigraron en masa.

Los programas condujeron a presupuestos equilibrados y un retorno exitoso al crédito en los mercados internacionales. El año pasado, la economía recuperó la mayor parte de la contracción del 9% causada por la pandemia de 2020 y se prevé que crezca 3,5% este año.

La recesión y las medidas de alivio por el COVID-19 llevaron la deuda pública de Grecia a un vertiginoso 206% de la producción económica en 2020, pero cayó en 2021 y se espera que alcance el 185% este año.

La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, dijo que “como resultado de los esfuerzos de Grecia, la resiliencia de la economía griega ha mejorado sustancialmente y los riesgos de efectos indirectos en la economía de la zona del euro han disminuido significativamente”.

“Mantener a Grecia bajo vigilancia reforzada ya no está justificado”, agregó.

Pero quedan desafíos, muchos fuera del control de Atenas. La inflación alcanzó el 11,6% en julio, ligeramente por debajo del máximo de las tres décadas anteriores, pero todavía superior al 8,9% de la zona del euro de 19 países. Si bien los subsidios estatales están protegiendo a los hogares y las empresas de las crecientes facturas de energía por ahora, se espera que los precios del gas, el combustible y la energía aumenten aún más en el invierno, como en el resto de Europa. Además, el desempleo en Grecia fue de casi el 15% el año pasado y solo se espera que disminuya a un solo dígito en 2024.

En un persistente recordatorio de los años de crisis, la calificación crediticia de Grecia se mantiene por debajo del grado de inversión, lo que eleva el costo de los préstamos en los mercados internacionales. Sin embargo, la mayor parte de la deuda del país está en manos de sus socios europeos en términos benignos y Atenas espera recuperar el grado de inversión el próximo año.

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