PARÍS (AP) — Violentas tormentas eléctricas y vientos huracanados dejaron al menos ocho muertos el jueves en Francia e Italia, arrancaron árboles desde sus raíces en la Toscana y en la isla francesa de Córcega y desprendieron fragmentos de ladrillo del famoso campanario de San Marcos en Venecia. Más de 100 barcos en el Mediterráneo pidieron ayuda de emergencia.
La tormenta produjo ráfagas de viento de más de 220 km/h (136 mph) en algunas zonas, informó la agencia meteorológica nacional francesa Meteo France. Unas 45.000 viviendas estaban sin electricidad en Córcega, donde seis personas murieron. Decenas de personas resultaron heridas y 12 fueron hospitalizadas en Córcega, una de ellas en estado crítico, informaron las autoridades.
Las regiones italianas de La Toscana y Véneto declararon estado de emergencia. Las violentas tormentas en el norte contrastaron con temperaturas de hasta 43 grados Celsius (109 Fahrenheit) en el sur italiano.
En días recientes, las tormentas han azotado países en Europa Occidental luego de un verano de temperaturas extremas, mientras que los vecinos en Europa Central y Oriental siguen sufriendo calor y sequías excepcionales.
Dos personas murieron en incidentes separados en la Toscana cuando las tormentas arrancaron árboles el jueves, una cerca de la ciudad de Lucca y otra cerca de Carrara. Otras cuatro personas resultaron heridas por la caída de árboles en un campamento cerca de Carrara.
En Córcega, una niña de 13 años murió por la caída de un árbol en un campamento en la ciudad costera de Sagone. Una mujer de 72 años falleció cuando el techo de un restaurante playero cayó sobre su vehículo en Coggia, al sur de Sagone. Una tercera víctima fue un hombre de 46 años que falleció en un campamento en el pueblo de Calvi.
Los equipos de rescate encontraron los cadáveres de un pescador de 62 años y un kayakista no identificado frente a las costas este y oeste de Córcega, de acuerdo con la autoridad marítima francesa para el Mediterráneo. Precisó que ambos murieron como resultado de la tormenta repentina y que más de 100 barcos encallados, destrozados o varados en el área han pedido ayuda de emergencia. La sexta víctima fue reportada el jueves por la noche.
El ministro del Interior francés, Gerald Darmanin, viajó el jueves a la isla.
En Venecia, los fuertes vientos desprendieron trozos de ladrillo del campanario de San Marcos, que se encuentra frente a la famosa catedral. Los turistas fueron desalojados de la estructura, que fue acordonada. La tormenta volcó sillas y mesas en la Plaza de San Marcos y en otros lugares y arrasó sillas de playa en el cercano Lido.
Los vientos se intensificaron repentinamente y perdieron fuerza en cinco minutos, dijo Carlo Alberto Tesserin, el cuidador de la Basílica y el campanario. “Estos no fueron vientos comunes para nosotros”, expresó Tesserin a The Associated Press.
En el norte de Italia, una violenta tormenta nocturna obligó a cerrar una línea del tren al sureste de Génova después de que vientos fuertes arrastraron a las vías las cabinas donde la gente se cambia de ropa y otros artículos de las playas cercanas, dañando el circuito eléctrico.
La tormenta azotó la playa más concurrida de Italia durante una semana de vacaciones. La alcaldesa de Sestri Levanti, Valentina Ghio, dijo que se esperaban torbellinos y pidió a los visitantes que se mantuvieran alejados de las playas hasta que pasara el mal tiempo.
Granizo del tamaño de nueces causó daños en áreas de la región de Liguria con fuerza suficiente para quebrar las ventanas de hogares y dañar huertos y jardines.
Si bien el norte de Italia ha sufrido su peor sequía en décadas este año, las fuertes lluvias de días recientes que provocaron granizadas dispersas, torbellinos e inundaciones han dañado o destruido cultivos enteros de frutas y vegetales junto con viñedos y olivares, según el grupo agrícola italiano Coldiretti.
En el sur de Francia, las tormentas eléctricas inundaron el miércoles estaciones del metro, el Puerto Viejo de Marsella y el principal tribunal de la ciudad y forzaron el cierre de playas cercanas. Se registraron vientos de más de 100 km/h (60 mph) en la parte superior de la Torre Eiffel durante una inundación repentina el martes.
Después de un verano de sequía, olas de calor e incendios forestales, las tormentas violentas han azotado Francia y los países vecinos en los últimos días.
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Los periodistas de The Associated Press Colleen Barry en Milán, Bela Szandelszky en Budapest y Angela Charlton en París contribuyeron a este despacho.