LONDRES (AP) — Miles de trabajadores ferroviarios en Gran Bretaña comenzaron el jueves una nueva ronda de huelgas que paralizó el servicio de tren en todo el país, dentro de una disputa por salarios y condiciones laborales agravada por una crisis de coste de la vida que va en aumento.
Apenas uno de cada cinco trenes circulaba en Gran Bretaña debido al paro de los trabajadores sindicados, que ya han hecho varias huelgas en los últimos meses. Se esperaba que la huelga convocada el viernes afectara a la red de metro de Londres y al servicio de autobuses de la capital, mientras que otra el sábado volvería a afectar a la red ferroviaria nacional.
Mick Lynch, líder del sindicato Ferroviario, Marítimo y de Transportes, afirmó que una “estrategia antisindicatos” del gobierno conservador británico estaba alargando el conflicto laboral.
Señaló que los trabajadores ferroviarios, como otros empleados del sector público en Gran Bretaña, estaban teniendo problemas para asumir los crecientes precios de la comida y el combustible. La tasa de inflación del país batió en julio un nuevo récord de 40 años al alcanzar el 10,1%, según mostraron cifras oficiales el miércoles. El dato superó las previsiones de los analistas del 9,8%.
“La gente en este país está harta de los bajos salarios. Muchos millones de personas no han tenido un acuerdo salarial apropiado en décadas”, dijo Lynch el jueves en una línea de piquetes en la estación londinense de Euston. “De modo que los trabajadores del sector púbico en sanidad, educación, transportes, toda clase de servicios, se han visto sujetos a recortes salariales y una inflación rampante”.
El gobierno ha argumentado que tuvo que utilizar el financiamiento público para proteger los empleos de los trabajadores ferroviarios durante la pandemia del coronavirus y que las autoridades quieren que la red de trenes sea sostenible en el plano financiero de cara al futuro. Dicen que se ha presentado una oferta de salario justo a los trabajadores.
Un vocero del Departamento de Transportes dijo que los líderes sindicales habían “optado por causar miseria y trastocar las vidas cotidianas de millones (de personas)” por sexta ocasión desde junio, en lugar de trabajar para alcanzar un acuerdo.