Las compañías navieras se preparaban para suspender el trasporte de productos por el Rin, cuando los niveles del agua en el mayor río de Alemania se acercaban a un nivel críticamente bajo el sábado.
Una intensa sequía que afecta gran parte de Europa ha bajado los niveles de ríos como el Rin, impidiendo que buques grandes con cargas pesadas pasen por paradas clave y forzando el uso de embarcaciones más pequeñas o la división de cargamentos entre varias de ellas.
En un embotellamiento, cerca del pueblo de Kaub en el Rin Medio, un indicador oficial midió el nivel del agua en 37 centímetros (14,6 pulgadas) el sábado por la tarde. Los buques grandes y pesados no puede pasar si el nivel del agua cae por debajo de 40 centímetros (15,7 pulgadas).
Aunque la profundidad en Kaub era aún de 150 centímetros (59 pulgadas) en la ruta de navegación, los expertos señalan que el paso se torna difícil incluso para barcos de carga ligeros o adaptados especialmente si cae por debajo de 35 centímetros (14 pulgadas) en el indicador. Una medición por debajo de 30 centímetros (11,8 pulgadas) es considerada impasable.
Las autoridades navieras pronostican que ese punto sea alcanzado la semana próxima, aunque se desconoce si los niveles del agua bajarán al nivel récord de 25 centímetros medido en el río Kaub en octubre de 2018.
La compañía de logística Contargo indicó el viernes que se prepara para suspender los embarques en el Rin Medio y Alto por razones de seguridad y planeaba cambiar parte de sus cargamentos a camiones.
Pero la capacidad en carreteras y ferrocarriles de carga es limitada.
Se prevé que las compañías a lo largo de Rin que dependen de buques para recibir materias primas y enviar productos enfrentarán demoras y escasez. Las centrales eléctricas operadas con carbón y las gasolineras también podrían experimentar escasez de suministro si se detiene el transporte por el Rin.
Los meteorólogos pronosticaron lluvia en los próximos días, aunque no queda claro si será suficiente para evitar que los niveles de agua en el Rin desciendan hasta un punto que afecte el transporte marítimo.
En Italia, las autoridades permitieron que fluyera más agua del Lago Garda hacia ríos locales secos como el Po que los agricultores usan para regar los cultivos. Combinado con la peor sequía de Italia en décadas, el lago más grande del país se acerca a su nivel de agua más bajo jamás registrado.