Suárez quedó sin competencia internacional, ¿alcanza solo el fútbol uruguayo de cara al Mundial?

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Apenas ocho días después de su regreso a Uruguay, Luis Suárez se quedó sin competencia internacional. La eliminación de Nacional de la Copa Sudamericana dejó al máximo artillero celeste con la única posibilidad de jugar el campeonato local, pero ¿le alcanzará la devaluada liga charrúa para prepararse de cara al Mundial que comienza en noviembre?

La frustración fue palpable en la cara del Pistolero a medida que avanzaba la noche del martes, cuando el conjunto tricolor cayó 3-0 ante Atlético Goianiense en el partido de vuelta de cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Nacional había llegado a Brasil con la necesidad de remontar un 1-0 adverso en la serie, pero dos errores de la defensa en el primer tiempo, que el Pistolero miró desde el banco de suplentes, marcaron ya un 2-0 que alejaba de modo prácticamente irrecuperable el sueño de la clasificación. El tercer gol, a los 53 minutos y ya con Suárez en cancha, fue la estocada final.

Para el máximo goleador histórico de la selección uruguaya, quien regresó al país para unirse a las filas de su primer club con el objetivo de prepararse físicamente para Catar-2022, la eliminación se llevó consigo la posibilidad de enfrentar partidos competitivos a nivel internacional.

En lo que resta del año, a Nacional solo le resta pelear por el Torneo Clausura y el Campeonato Uruguayo. Pero la competencia en la liga local es una de las más modestas de Sudamérica no solo en presupuesto e infraestructura, sino también a nivel deportivo, como lo muestran los resultados de los conjuntos charrúas en torneos regionales en las últimas décadas.

"Jugar sólo la liga local no es lo ideal, porque el ritmo del fútbol uruguayo está lejos de lo que exige un Mundial", estimó el periodista deportivo Luis Prats a AFP.

"Sin embargo, en teoría es mejor jugar siempre que estar como suplente en un club europeo y entrar poco", agregó.

- Una apuesta de riesgo -

Una de las razones que habría inclinado la balanza a favor de que el Pistolero regrese al 'Bolso', el club en el que debutó como profesional hace 17 años y en el que cobra una ínfima parte de lo que recibía en Europa, es la garantía de estar en el once inicial durante la mayor cantidad de encuentros posibles.

Durante su última temporada en el Atlético de Madrid, finalizada en junio, el uruguayo perdió la titularidad, por lo que para su futuro inmediato prefirió apostar por un conjunto que le diera "cariño", como él mismo describió: en definitiva, el reconocimiento de un jugador de su talla y el rodaje necesario en cancha para estar en forma para la Copa del Mundo.

La pregunta de hinchas y prensa, aún en Uruguay, es si enfrentar a equipos humildes del medio local será suficiente para lo que requiere un delantero de su nivel.

"Cuando Suárez decidió venir sabía que una de las posibilidades era la eliminación. Cabe suponer que lo habrá valorado", sostuvo a AFP el periodista Diego Muñoz, de la cadena deportiva ESPN.

"Le van a faltar partidos exigentes a ritmo internacional. Eso es indiscutible. Y es un problema. De todas formas la clave está en su autoexigencia", indicó, agregando que duda que "una cabeza como la de Suárez se desestimule".

En algo hay acuerdo: el campeonato uruguayo no es suficientemente competitivo.

"Pero Suárez por tres meses no va a perder talento individual, capacidad de anticipo, lectura de juego. Y va a ganar en cariño de su hinchada, algo que siempre le importó", indicó Muñoz.

"Su gran motor fue la rebeldía, el doblarle el brazo a los que lo dan por acabado y eso va más allá de la exigencia de la liga".

Pero en definitiva, dice por su parte Prats, quien ha escrito una decena de libros sobre el fútbol uruguayo, "Luis hizo una apuesta y recién cuando llegue el Mundial se verá si acertó o no".

gv/ol

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