ROMA (AP) — La dirigente ultraderechista italiana Giorgia Meloni, quien encabeza las encuestas previas a las elecciones parlamentarias del 25 de setiembre, asegura que no será un peligro para la democracia si llega a ser premier y sostiene que su tendencia ha repudiado “sin ambigüedades” el legado del fascismo.
Dijo que son “tonterías” las críticas de que si su partido Hermanos de Italia llega al poder, habrá una “deriva antidemocrática” o un “cambio autoritario”, o que el país podría salir del grupo de naciones europeas que usan el euro.
Meloni hizo declaraciones en un mensaje grabado en inglés, francés y español, distribuido el miércoles por su campaña.
Desde hace años, Meloni acusa a la burocracia de la Unión Europea de vulnerar la soberanía nacional. También calificó de “narrativa absurda” que un gobierno de centroderecha —con sus aliados Matteo Salvini y el expremier Silvio Berlusconi— pondría en peligro la aplicación de las reformas exigidas para recibir los 200.000 millones de euros en fondos para la recuperación pospandemia asignados a Italia.
“Durante días he estado leyendo artículos en la prensa internacional sobre las próximas elecciones que darán a Italia un nuevo gobierno, en los que se me describe como un peligro para la democracia, para la estabilidad italiana, europea e internacional”, dijo Meloni, sentada a un escritorio y hablando en tono severo.
También se refirió a los artículos de prensa según los cuales la victoria de los Hermanos de Italia sería “un desastre, que conduciría a un cambio autoritario, a la salida de Italia del Euro y otras tonterías de este tipo”.
“Nada de esto es cierto″, aseguró.
Su partido usa como símbolo una llama tricolor que había sido el ícono de un partido neofascista entre cuyos miembros había admiradores de Benito Mussolini, el dictador fascista cuyo régimen se extendió desde las décadas previas a la Segunda Guerra Mundial hasta promediar ese conflicto. En 1938, ese régimen aprobó una ley contra la pequeña población judía, a la que se excluyó de la vida pública, la educación y los negocios.
Muchos han criticado a Meloni por sus ambigüedades al denunciar el pasado fascista, pero en su mensaje del miércoles rechazó esas acusaciones.
“La derecha italiana ha relegado el fascismo a la historia desde hace décadas, condenando sin ambigüedades la privación de la democracia y las infames leyes antijudías”, dijo Meloni.
Esta declaración ignora los intentos de sus aliados de minimizar el legado de Mussolini. En alusión a la práctica fascista de enviar a sus opositores al exilio interno, Berlusconi dijo que el dictador los enviaba de “vacaciones” a las islas italianas.
Las encuestas recientes dan una leve ventaja a Meloni sobre su principal rival, el expremier Enrico Letta, del Partido Demócrata.