BUENOS AIRES (AP) — El gobierno argentino firmó el miércoles los contratos para iniciar la construcción de un gasoducto de unos 500 kilómetros que unirá una de las principales reservas mundiales de hidrocarburos no convencionales con el resto del país y que le permitirá ahorrarse más de 2.000 millones de dólares en importaciones energéticas.
El proyecto adquiere especial relevancia en momentos en que los precios internacionales del gas se dispararon por la guerra de Ucrania, lo cual que ha mermado las reservas de divisas del Banco Central argentino en momentos en que su economía sufre por la escasez de dólares.
“Si nosotros estamos en Argentina ¿por qué vamos a pagar el gas a precios internacionales si tenemos gas nuestro que podemos distribuir y que los argentinos nos paguen en pesos a precios razonables?”, dijo el presidente Alberto Fernández durante el acto de firma de los contratos con las empresas adjudicatarias. “Hace falta la inversión pública para que estos proyectos puedan prosperar”.
El gasoducto Néstor Kirchner, bautizado en honor al fallecido expresidente que gobernó entre 2003 y 2007, comenzará con una extensión de 558 kilómetros para unir el yacimiento de Vaca Muerta, en la provincia de Neuquén, al sur del país, con la localidad de Salliqueló en la provincia de Buenos Aires.
A futuro se proyecta extender el gasoducto para exportar gas a Chile y Brasil.
El primer tramo permitirá incrementar la capacidad de transporte en 24 millones de metros cúbicos de gas diarios para reemplazar la importación de combustible por un equivalente a 2.200 millones de dólares anuales.
El costo inicial es de 1.500 millones de dólares que se financiarán con fondos del Tesoro y un impuesto por única vez a las mayores fortunas del país.
Las constructoras adjudicatarias de la obra fueron la ítalo-argentina Techint y las locales Sacde, BTU y Esuco.