Las reservas comerciales de petróleo de Estados Unidos subieron la semana pasada para sorpresa de los analistas, que esperaban una leve baja, según datos publicados el miércoles por la Agencia de Información sobre Energía (EIA).
En la semana cerrada el viernes pasado, el país acumulaba 426,6 millones de barriles de reservas de crudo, 4,5 millones de barriles (mb) más que siete días antes. Los analistas esperaban que las reservas se redujeran en 1,5 mb.
Los stocks de gasolina aumentaron por su parte ligeramente en 200.000 barriles, frente a una reducción de 1,5 mb esperada por el mercado.
Un alza de las importaciones de crudo, un descenso de las exportaciones, y una tasa de capacidad de uso de las refinerías en baja, explican este aumento inesperado de las reservas de crudo.
"Uno de los datos más importantes sobre el que el mercado se concentrará es de la demanda de gasolina, que fue muy baja", explicó Andrew Lebow, de Commodity Research Group. La demanda se redujo en 704.000 barriles por día, a 8,5 mb diarios (mbd).
"Es realmente malo: la demanda de gasolina en julio fue particularmente decepcionante" para el mercado. "¡Es realmente brutal! (El dato) muestra que la demanda no volvió a su nivel de antes de la pandemia de covid-19", destacó el analista.
El mercado esperaba una temporada fuerte de viajes en el verano boreal en Estados Unidos dejando atrás lo peor de la pandemia.
"Un repliegue del consumo de carburante tiene consecuencias bajistas sobre el mercado", comentó Lebow.
Los precios del crudo cayeron luego de este informe.
Por otro lado, los países exportadores de petróleo de la OPEP y sus aliados en el seno de la alianza Opep+, decidieron el miércoles aumentar levemente el ritmo de producción, pese a la presión de Estados Unidos para que abrieran el grifo del crudo con el objetivo de contener el aumento de los precios.
La Opep+, formada por 23 países liderados por Arabia Saudita y Rusia, acordó un aumento para el mes de septiembre de "100.000 barriles diarios".
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