Bogotá, 2 ago. El Jardín Histórico de la Casa Museo Quinta de Bolívar de Bogotá, casa en la que se refugió el Libertador Simón Bolívar tras el atentado de 1828, fue declarado este martes Patrimonio Cultural de Colombia, anunció el Ministerio de Cultura.
El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural dio luz verde a la primera declaratoria patrimonial de un jardín histórico en el país, en la categoría de paisaje cultural, tras una investigación que puso de relieve "sus valores ambientales", señaló la cartera de Cultura en un comunicado.
En este espacio, que se encuentra ubicado dentro de la Casa Museo Quinta de Bolívar, declarada monumento nacional en 1975 y que es Bien de Interés Cultural (BIC), conviven árboles patrimoniales, la huerta urbana más importante de la capital colombiana y 36 especies de aves, así como variedad de insectos.
"Este es un reconocimiento más al invaluable valor que tiene la Quinta de Bolívar para los colombianos y en el marco de la conmemoración de sus 100 años de existencia como museo bolivariano", celebró la ministra de Cultura, Angélica Mayolo, quien destacó que es un espacio con una relevancia clave "en la historia de la ciudad" de Bogotá.
En este contexto, y con el Jardín Histórico de la Quinta de Bolívar como proyecto piloto, el Ministerio de Cultura y el Jardín Botánico de Bogotá suscribieron un convenio de cooperación para proteger los árboles declarados como patrimoniales y de interés público, enriquecer los estratos vegetales relacionados con el bosque nativo y propiciar condiciones naturales adecuadas para el desarrollo de la flora y fauna asociada, entre otros.
LA QUINTA DE BOLÍVAR
Bolívar fue propietario de la quinta por diez años, desde 1821, y le sirvió de refugio tras el atentado que sufrió el 25 de septiembre de 1828, aunque la casa también fue testigo de eventos importantes en su vida como la instauración de la Gran Colombia y la culminación de la Campaña del Sur.
El 28 de enero de 1830, pocos días antes de abandonar la capital, Bolívar traspasó la propiedad a su amigo José Ignacio París y desde ese momento tuvo varios propietarios hasta que finalmente en 1922 el Estado colombiano se convirtió en su propietario para adaptarla como museo. EFE
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