MONTEVIDEO (AP) — Uruguay, Argentina, Chile y Paraguay oficializaron el martes la candidatura conjunta para organizar el Mundial de 2030 en el mismo estadio donde se jugó por primera vez hace casi un siglo.
Con el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou como anfitrión, autoridades deportivas y políticas de las cuatro naciones participaron del acto oficial de lanzamiento de la postulación en el estadio Centenario de Montevideo, que albergó la final de la primera Copa del Mundo en 1930.
“Este es el sueño de un continente, Sudamérica entiende que el fútbol tiene que reconocer, no disputar porque van a haber más mundiales, pero 100 años se van a cumplir por única vez. Y se tiene que volver a la casa”, pidió el presidente de CONMEBOL, Alejandro Domínguez, en una rueda de prensa.
En esa primera final, la Celeste le ganó 4-2 a Argentina.
“Creemos que es más que suficiente el motivo para que la FIFA acepte que ésta sea una sola candidatura”, sostuvo el dirigente paraguayo.
La intención de una Copa Mundial en los cuatro países del Cono Sur empezó a sonar en 2017. Desde entonces hubo cambios de gobierno y varios países enfrentaron serias dificultades económicas, sobre todo como consecuencia de la pandemia de coronavirus.
No obstante, la CONMEBOL no desistió de su anhelo y defiende un proyecto que a su entender traerá más beneficios para la región.
“Creo que han sido muy inteligentes las cuatro federaciones de plantear ir juntas", dijo el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou. "El motivo de traerlo a América del Sur es el Mundial de 1930 y la celebración de los 100 años. Pero juntos se tiene más fuerza”.
El último Mundial en Sudamérica fue el de Brasil 2014.
La FIFA contempla que 2024 sea el año para definir el anfitrión en 2030. Qatar organiza la cita de 2022, mientras que Estados Unidos, Canadá y México montarán el torneo de 2026.
La candidatura sudamericana se toparía con un proyecto conjunto de España y Portugal para 2030. Se espera que Europa haga valer su peso ya que nunca ha pasado tres torneos seguidos sin tener una sede, y los contratos audiovisuales del continente constituyen una importante tajada de los ingresos que la FIFA saca de los mundiales.