Escoltado por aviones de caza, paseado en descapotable entre el fervor popular en Copenhague: el vencedor danés del Tour de Francia, Jonas Vingegaard realizó el miércoles un regreso triunfal a su país, festejado por decenas de miles de personas.
Veintiséis años después de Bjarne Riis, primer danés en ganar la 'Grande Boucle' en 1996 pero que reconoció más tarde haberse dopado, el maillot amarillo tiene el honor de asomarse al balcón del ayuntamiento de la capital, lugar de grandes celebraciones del deporte danés.
"Es completamente fantástico, completamente loco, no me lo creo", declaró el tímido Jonas delante de una marea humana coloreada de banderas rojas y blancas, pero también de túnicas amarillas, reunidos en la gran plaza.
Tres días después de su coronación en los Campos Elíseos, sacó su teléfono para grabar a todos los aficionados, que cantaron el himno danés en honor a su campeón de 25 años.
"¡Vingegaard! ¡Vingegaard!", gritó también la afición, que llenaba hasta arriba la inmensa plaza.
Dos horas antes, dos F-16 del ejército del aire danés habían escoltado al pequeño avión privado que trasladaba al campeón del Tour y a su familia.
El escalador danés se montó después en un descapotable a través de las calles de Copenhague. Miles de personas se habían aglomerado a lo largo del trayecto, agitando banderas danesas y chocando la mano del ciclista en numerosas ocasiones.
Para Allan Olsen, danés de 59 años, la victoria del joven ciclista es más importante incluso que la Eurocopa-92 de fútbol o los títulos de balonmano, panteón deportivo de Dinamarca.
- "Ha unido la nación" -
"Es sin duda lo más grande que le ha pasado al deporte danés", dice a la AFP en la plaza del ayuntamiento.
En un país que ya había demostrado su pasión por el ciclismo durante el inédito arranque del Tour, Jonas Vingegaard continuó su ceremonia de bienvenida en el célebre parque de atracciones de Tivoli.
"Todo el Tour a través de Dinamarca fue fantástico, pero este recibimiento de Jonas está todavía por encima", celebró Kasper Asgreen, presente junto con otros ciclistas daneses del Tour.
La increíble actuación de Vingegaard, que dominó al favorito esloveno Tadej Pogacar y que aplastó al resto de oponentes junto a su equipo Jumbo-Visma, suscitó interrogantes en un deporte largamente afectado por el dopaje.
"Estamos completamente limpios, cada uno de nosotros en el equipo", aseguró el danés el sábado.
Además de Bjarne Riis, el ciclismo danés se vio afectado por el dopaje con el caso de Michael Rasmussen, excluido del Tour 2007 que estaba de camino a ganar.
El jueves por la tarde, Vingegaard debe continuar las celebraciones en su pequeña ciudad de Glyngøre, al oeste del país.
Se espera a más de 10.000 personas, seis veces más que el número de habitantes de la localidad.
"Ha unido la nación. Es verdaderamente grande", celebraba Claus, padre del ciclista, a la televisión nacional DR.
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