Washington, 22 jul. El distrito escolar de Uvalde (Texas, EE.UU.) anunció este viernes que queda cancelada la reunión en que iba a debatirse la posibilidad de despedir al jefe de Policía, Pedro "Pete" Arredondo, tras numerosas críticas por haber tardado en responder al tiroteo que acabó con la vida de 19 niños y dos profesoras en mayo.
La reunión, inicialmente prevista para este sábado, fue cancelada por los requerimientos del abogado de Arredondo, quien alegó que no se estaba respetando el debido proceso, y pasará a celebrarse más adelante en una fecha todavía por determinar.
El miércoles, el supervisor escolar de Uvalde, Hal Harrell, recomendó el despido de Arredondo, que ya había sido dado de baja el 22 de junio de su puesto de jefe de Policía del distrito escolar de Uvalde, aunque no ha renunciado a ese cargo y aún mantiene el título.
La suspensión de Arredondo se produjo solo un día después de que el director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, Steven McCraw, testificara frente a un comité del Senado texano y dijera que Arredondo tomó "decisiones terribles" mientras se producía la masacre.
Según McCraw, había suficientes policías para responder al tiroteo solo tres minutos después de que el autor, Salvador Ramos, entrara en la escuela a través de una puerta.
Sin embargo, los policías armados esperaron en el pasillo durante 77 minutos mientras el agresor perpetraba la masacre en dos de las aulas.
El Gobierno de EE.UU. está investigando la respuesta de la policía y todavía no se sabe por qué los agentes tardaron tanto en confrontar al atacante.
Se espera que la investigación ofrezca más detalles sobre la comunicación entre los diferentes cuerpos policiales.
Arredondo, que era el jefe del cuerpo de policía a cargo de las escuelas en Uvalde, intentó defenderse en una entrevista con el diario Texas Tribune, en la que alegó que no sabía que él estaba a cargo de la respuesta al tiroteo y había asumido que otro cuerpo de policía se había hecho cargo.
El tiroteo de Uvalde es el segundo más mortífero en un centro escolar en la última década, después del ocurrido en 2012 en la escuela de Sandy Hook en Newton (Connecticut), donde 26 personas perdieron la vida. EFE
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