Autoridades y colectivos populares acordaron este sábado una rebaja mejor que la ofrecida por el gobierno en el precio de los combustibles, aunque seguirán los cortes de rutas que mantienen al país en riesgo de desabastecimiento, mientras se negocian reducciones en precios de alimentos y las medicinas.
Tras horas de negociaciones en una escuela de Santiago de Veraguas, 250 km al suroeste de Ciudad de Panamá, una delegación del gobierno y representantes de los manifestantes llegaron a un principio de acuerdo para rebajar el precio de los combustibles.
Luis Sánchez, vocero de las organizaciones que impulsan las protestas, detalló que se acordó rebajar el precio de la gasolina a 3,32 dólares por galón (3,78 litros), una cifra menor a los 3,95 dólares que inicialmente ofreció el gobierno.
Sin embargo, no se levantarán los bloqueos de vías hasta que el gobierno también rebaje el precio de unos cuarenta productos de la canasta básica y las medicinas, informó Sánchez a periodistas. "No vamos a ceder hasta que se logren los tres puntos", dijo.
"Nosotros no vamos a firmar nada" hasta que el gobierno presente "respuestas inmediatas" para poner fin a los bloqueos de carreteras, afirmó Sánchez.
"No podemos tampoco tirar a un lado el sacrificio del pueblo panameño", añadió.
Desde hace dos semanas el país registra múltiples manifestaciones y cortes de carreteras para exigir al gobierno de Laurentino Cortizo que intervenga y baje los precios de los combustibles, alimentos y medicinas.
También le exigen que tome medidas contra la corrupción y el despilfarro de los recursos del Estado.
- "Necesitamos acuerdos" -
Debido a las protestas, el gobierno se vio obligado a rebajar y congelar el precio de la gasolina, que pasó de 5,17 dólares el galón (3,78 litros) a 3,95 desde el viernes, y de una decena de alimentos.
Sin embargo, los manifestantes consideraron insuficientes estas medidas.
En Ciudad de Panamá, algunas personas ya colocaban combustible a 3,95 dólares, pero no todos lo conseguían. Para hacerlo el usuario debe registrarse antes en una plataforma del gobierno.
"Me parece un poco absurdo por qué tener que ingresar a una plataforma. Si van a hacer algo para todos, colóquenle un precio fijo", comentó Miguel Pedroso, mientras colocaba gasolina a su auto.
El viernes se produjo un acercamiento tras horas de conversaciones para una nueva rebaja en el precio de la gasolina, aunque no llegó a concretarse un acuerdo.
"Necesitamos todos juntos llegar a acuerdos y poder salir adelante", señaló a periodistas el Ombudsman panameño, Eduardo Leblanc, presente en las negociaciones.
Con 4,2 millones de habitantes, Panamá experimenta una de las mayores crisis sociales desde que en 1989 cayó la dictadura militar del general Manuel Antonio Noriega tras la invasión estadounidense.
El descontento se produce en un escenario con 4,2% de inflación interanual registrado en mayo, una tasa de desempleo en torno al 10% y un aumento en el precio del combustible que, desde inicios del año, llegó a ser del 47%.
Este sábado, la vía Panamericana, ruta que conecta a Panamá con Costa Rica y principal vía para el tránsito y comercio de mercancías, volvió a registrar bloqueos en varios de sus tramos.
- Desabastecimiento -
La situación ha provocado desabastecimiento de combustible y alimentos en varios supermercados del país.
En la provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, se produce la gran mayoría de las legumbres, hortalizas, papas y vegetales que se distribuyen en Panamá.
Sin embargo, muchos de los alimentos se han dañado o no han podido llegar a tiempo a los diferentes mercados de abastos por los bloqueos de carreteras en esa provincia, considerada el granero de todo el país.
Imágenes de medios locales muestran a productores en la ciudad de David, en Chiriquí, regalando sus legumbres a ciudadanos, ante la imposibilidad de llevar sus productos a otras provincias.
"El país está totalmente desabastecido" y las pérdidas diarias "son millonarias", declaró el viernes a la AFP el alcalde de Tierras Altas, en Chiriquí, Javier Pittí.
Los cortes también están provocando desabastecimiento de combustible en esa provincia, lo que dificulta la utilización de maquinaria de ganaderos y agricultores, que podrían perder sus cosechas.
Por su parte, el gobierno de Costa Rica envió aeronaves a Panamá para evacuar a una veintena de sus ciudadanos que estaban imposibilitados de volver por tierra a su país.
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