Un comando de las fuerzas de élite del Servicio Aéreo Especial (SAS por sus siglas en inglés) del Reino Unido mató al menos a 54 afganos en circunstancias sospechosas, pero la jerarquía camufló los incidentes, reveló el martes la BBC en una investigación.
Los afganos desarmados fueron asesinados a "sangre fría" por las SAS en redadas nocturnas entre noviembre de 2010 y mayo de 2011 y junto a los cadáveres se colocaron armas para justificar los crímenes, según un trabajo de la cadena británica que duró cuatro años.
Varios altos oficiales, incluyendo el general Mark Carleton-Smith que entonces dirigía el comando, estaban al tanto de los incidentes y no los reportaron a la policía militar, dijo la BBC.
Según la ley británica que rige sobre las fuerzas armadas, es un crimen que los altos mandos militares no reporten a la policía de este ente posibles crímenes de guerra, destacó la BBC.
Carleton-Smith, que se jubiló el mes pasado tras haber sido comandante del conjunto del ejército británico, declinó comentar a la BBC el tema.
La cadena basó su investigación en documentos judiciales, correos y trabajo en terreno de los periodistas en Afganistán.
La investigación de la BBC difundida el martes identificó a 54 personas muertas a balazos en circunstancias sospechosas por acciones de una unidad del SAS entre noviembre de 2010 y mayo de 2011 en la provincia de Helmand.
"Demasiada gente fue asesinada en redadas nocturnas y las explicaciones no tenían mucho sentido. Cuando alguien es detenido, no debe terminar muerto", comentó un alto oficial a la BBC.
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