Al igual que muchos productos, la mostaza se ve amenazada por una subida de precios. Sin embargo, ¡es muy fácil hacerla en casa! Y los expertos explican, a continuación, por qué es importante prestar atención a la temperatura. Quien desee preparar mostaza, necesitará solamente unos pocos ingredientes. La receta básica se compone de semillas de mostaza, agua, vinagre, azúcar y sal. Pero ¿qué granos de mostaza deben usarse? Las semillas blancas y amarillentas tienen un sabor más bien suave, mientras que las marrones y negras son claramente más fuertes. Pero hay un truco para conseguir una mostaza medianamente picante: lo mejor es utilizar una mezcla de diferentes granos de mostaza, aconseja la central de consumidores de Baviera. Y así los granos se vuelven mostaza Para tres frascos, machacar 275 gramos de granos de mostaza en un mortero o molerlos finamente y mezclarlos con 100 ml de agua. Mientras los granos de mostaza se hinchan, calentar 275 ml de vinagre balsámico blanco con 80 gramos de azúcar y 3 cucharaditas de sal hasta que el azúcar se disuelva. Antes de combinar la mezcla de vinagre con la harina de mostaza, la primera debe enfriarse a temperatura ambiente. Esto se debe a que los aromas del aceite que contiene la mostaza son muy sensibles al calor. A temperaturas superiores a los 30 grados centígrados, la mostaza se vuelve amarga, explica Susanne Moritz, experta en nutrición del centro de asesoramiento al consumidor. La pasta de mostaza puede refinarse a gusto con especias e ingredientes finamente picados, como el chile o el jengibre. Para guardar la mostaza, colóquela en frascos previamente lavados con agua hirviendo. Posteriormente hay que sellar herméticamente los frascos y dejar que su contenido madure durante unos días en el refrigerador. La mostaza casera puede conservarse allí durante unas cuatro semanas. dpa