Fundación Gates: "La filantropía es una aliada para mitigar desigualdades"

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Àlex Gutiérrez Páez

Barcelona (España), 11 jul. El presidente del Programa de Desarrollo Global de la Fundación Bill y Melinda Gates, Chris Elias, defiende que la filantropía ha de ser una "aliada" de los gobiernos para combatir las desigualdades, "actuando de forma complementaria".

En una entrevista con Efe, Elias (EE.UU. 1957) explica que "invirtiendo en innovación, encontrando fórmulas sencillas y asequibles de solucionar problemas y desarrollando nuevas tecnologías para que las administraciones puedan incorporarlas en sus programas de actuación, la filantropía puede ser una gran aliada de los gobiernos".

La Fundación Bill y Melinda Gates, creada hace 20 años por el fundador de Microsoft y su exesposa, es la ONG que más dinero invierte en el mundo en filantropía, y desde enero de 2020 ha aportado más de 2.000 millones de dólares solo a la lucha contra la covid-19.

A menudo, según Elias, "llevar a cabo un programa de salud global requiere sobre todo la financiación de los gobiernos, pero la filantropía es capital a la hora de iniciar, descubrir y demostrar innovaciones que pueden ser aplicadas para tales acciones".

Por ello, el papel que juegan este tipo de actores humanitarios "no tiene tanto que ver con la agenda política, sino con la planificación de las políticas públicas elaboradas por las administraciones", cuenta Elias, que actualmente dirige el Programa para una Tecnología Apropiada en Salud (PATH), una organización sin ánimo de lucro estadounidense, con sede en Seattle, que lucha por mejorar la salud mundial.

Elias, que viajó a Barcelona para participar en un acto del Programa de Cooperación Internacional de la Fundación La Caixa, subraya que ambas fundaciones han colaborado en distintas áreas de especialización, incluyendo la lucha contra la neumonía, la primera causa de mortalidad infantil en el mundo.

"Por ejemplo, impulsamos una iniciativa conjunta en el sur de Mozambique (...) para demostrar que la malaria puede ser eliminada de zonas con gran presencia de la enfermedad", remarca Elias, máster en Salud Pública en la Universidad de Washington.

El especialista insiste en la importancia de colaborar con los gobiernos, una alianza que "se puede dar, sobre todo, cuando se puede demostrar que hay una causa-efecto referente a un problema de gran escala como la malaria, que tiene un impacto muy negativo en la mortalidad infantil, sobre todo en África".

La malaria, responsable de más de 600.000 muertes en 2020, la mayoría de menores de edad, centra gran parte de los esfuerzos de la Fundación Bill y Melinda Gates, ya que, según Elias, "el estancamiento de la financiación y las enfermedades emergentes como la covid amenazan el progreso de los países en vías de desarrollo".

Según el Informe mundial sobre paludismo -o malaria- de 2021, se estima que hubo 241 millones de casos de paludismo en 2020, el 95 % de ellos en países africanos, lo que sitúa a la enfermedad, junto con la neumonía, como dos de las principales causas de mortalidad prematura en el continente.

"En las últimas dos décadas, el aumento de las donaciones, la ampliación de intervenciones eficaces y el compromiso político han reducido drásticamente la carga mundial de malaria, previniendo 1.700 millones de casos y salvando 10,6 millones de vidas", añade el directivo de la Fundación Gates.

Sobre el rol de la tecnología en el mercado de trabajo, Elias considera que "no empeora las condiciones de los trabajadores, sino que los hace más efectivos", y pone como ejemplo la ayuda que la tecnología supone para los trabajadores de salud de primera línea.

"Si ponemos a su disposición herramientas digitales y algunas pautas a seguir, se pueden mejorar mucho sus líneas de actuación", detalla Elias, que desde el 2012 forma parte de la Fundación Bill y Melinda Gates, donde lidera las acciones en los países en desarrollo para superar el hambre, la pobreza y las enfermedades. EFE

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(foto)

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