"Las Granaderas" del fútbol haitiano miran hacia Europa en busca de un futuro

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Mientras oleadas de haitianos arriesgan su vida buscando el sueño americano, "Las Granaderas" de la selección femenina de fútbol se lanzan esperanzadas hacia Europa en busca de una vida mejor para ellas y los suyos.

"Para las haitianas no es fácil jugar fútbol, las oportunidades son pocas, tenemos que hacer sacrificios como dejar nuestro país, nuestra familia", dice a la AFP Nerilia Mondésir, delantera del Montpellier HSC de Francia.

Han pasado 50 años desde el fin de la dictadura de los Duvalier, que se prolongó casi tres décadas, y Haití no consigue un respiro que le permita quitarse la etiqueta del país más pobre del continente.

El siglo XXI ha estado marcado además por desastres naturales como devastadores terremotos en 2010 y 2021, golpes políticos como el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021 y una crónica crisis económica que empuja a oleadas de haitianos al exilio, muchos de ellos realizando arriesgados periplos por el continente.

"Para salir de tu país, hay que tener la moral alta y mucha confianza", dice la popular "NeriGol", de 23 años y que desde 2017 cruzó el Atlántico para enrolarse en el fútbol francés.

Las ligas europeas, sobre todo la gala, son la base del equipo pues 14 jugadoras son importadas del viejo continente y un puñado más del soccer estadounidense, explicó el timonel de Haití, el francés Nicolas Delepine, tras su debut en el torneo femenino de Concacaf que se disputa en la ciudad mexicana de Monterrey (norte).

"Lo primero que hacemos es enviar a nuestras jugadoras a los grandes campeonatos, comienzan a emerger poco a poco en Europa", dijo el entrenador.

- Doble esfuerzo -

"Las granaderas" debutaron discretamente en el  torneo regional que otorga boletos para el Mundial femenino de Australia/Nueva Zelanda-2023, los Juegos Olímpicos de París-2024 y la Copa Oro-2024.

Se enfrentaron a la poderosa selección de Estados Unidos, que se impuso sin mayor esfuerzo 3-0, aunque por momentos fue sorprendida por las caribeñas.

Y mientras la capitana estadounidense Megan Rapinoe brillaba jocosa ante la prensa, las haitianas dejaban el estadio discretamente, algunas aún vistiendo su uniforme caracterizado por materiales modestos comparados con los de sus rivales.

Contrario a otros equipos, no se acercaron a la zona mixta en la que usualmente tras un partido los medios entrevistan a las jugadoras. Solo Mondésir aceptó un tanto sorprendida y tímida un par de preguntas.

Aterrizar en fútbol europeo, reconoce, no ha sido fácil. "En los equipos profesionales hay que trabajar mucho más que las jugadoras de otros países, no llegamos con la misma calidad, tenemos que lidiar con todo eso", comentó.

Pese a la derrota, "Las Granaderas" se fueron con un buen sabor de boca. "No nos fue tan mal, aprendimos mucho y representamos con orgullo nuestro país", expresó la atacante.

La escuadra estadounidense fue generosa con sus rivales. "¡Haití es bueno! Tienen mucho talento individual, nos superaron algunas veces", exclamó asombrada la capitana Rapinoe.

El timonel Delpine resume los contrastes de la nación caribeña: "Haití es un país pequeño, pero es un gran país cuando de fútbol se trata".

Confía en que la continuidad haga nuevamente de "Las Granaderas" un equipo dominante de la región tras el cuarto lugar en el torneo Concacaf de 1991 y por fin alcanzar el sueño de debutar en un Mundial.

sem/ma

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