LONDRES (AP) — El Palacio de Buckingham investigó como manejó su personal las acusaciones de acoso contra Meghan, la duquesa de Sussex — pero los resultados se mantendrán privados.
Autoridades del palacio dijeron a reporteros el miércoles que los detalles de la investigación independiente no serán divulgados para proteger la confidencialidad de aquellos que participaron. Empleados actuales y antiguos fueron invitados a hablar sobre sus experiencias trabajando con Meghan, después de que surgieron acusaciones contra la duquesa el año pasado por su supuesto acoso a varios miembros del personal.
Tras la revisión, las autoridades dijeron que las políticas de recursos humanos del palacio han sido actualizadas, pero el palacio rechazó revelar cuáles cambios se hicieron.
El Palacio de Buckingham inició la investigación en marzo de 2021 después de que surgieran reportes de que Meghan hizo que renunciaran dos asistentes personales y que el personal fue “humillado” en varias ocasiones durante el tiempo que ella vivió en el Palacio de Kensington con el príncipe Enrique.
La pareja, que se casó en el Castillo de Windsor en 2018, anunció a comienzos de 2020 que renunciaban a sus deberes reales y se mudaban a Norteamérica, citando lo que argumentaban eran intrusiones insoportables y actitudes racistas en los medios británicos.
Los abogados de Meghan negaron las acusaciones de acoso cuando fueron hechas. En ese entonces, un vocero dijo que las causaciones eran “el más reciente ataque contra su persona”.
En su reporte del Fondo Soberano publicado el jueves, el Palacio de Buckingham dijo que la política sobre “Inquietudes en el Trabajo” alienta a las personas a expresar cualquier inquietud que pudiera surgir sobre la conducta de otros y establece cómo se pueden comunicar estos asuntos.
El documento financiero dice que se proporcionan “asesorías y apoyos a través del programa largamente establecido de la casa real para asistencia a empleados” y que los “gerentes están capacitados para apoyar, dar mentoría y entrenar a sus equipos”.
La tensión entre la familia real y Meghan y el príncipe Enrique ha sido profunda desde que la pareja dejó Gran Bretaña y expresó su descontento con la monarquía. En una entrevista explosiva con Oprah Winfrey de marzo pasado, Meghan, quien es birracial, alegó que había “preocupaciones y conversaciones” dentro de la familia real cuando ella estaba embarazada sobre qué color de piel tendría su primogénito Archie.