La función de los padres en la alfabetización mediática de sus hijos

Instagram acaba de introducir una herramienta de control parental, TikTok la tiene desde hace tiempo: a través de varias funciones, los padres pueden seguir directamente el comportamiento de uso de sus hijos en la aplicación. 

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ILLUSTRATION - Zwei Geschwister sitzen
ILLUSTRATION - Zwei Geschwister sitzen am 30.12.2021 in Handewitt auf einer Couch und schauen auf ein Tablet und ein Smartphone (gestellte Szene). Foto: Benjamin Nolte

Instagram acaba de introducir una herramienta de control parental, TikTok la tiene desde hace tiempo: a través de varias funciones, los padres pueden seguir directamente el comportamiento de uso de sus hijos en la aplicación. 

Sin embargo, según la iniciativa de la Unión Europea Klicksafe, esta opción es solo un componente de la educación mediática de los niños y adolescentes, y debería ser complementada con otras medidas.

Por término medio, los niños tienen diez años cuando reciben su primer teléfono inteligente, señala Birgit Kimmel, coordinadora de esta iniciativa a favor de la seguridad en la red. Según la experta, esta es una edad demasiado temprana para las redes sociales, ya que TikTok e Instagram, por ejemplo, estipulan en sus condiciones de uso que solo están permitidas a partir de los 13 años.

Por ese motivo, en cuanto un niño tenga un teléfono inteligente, los padres deben "explorarlo junto con sus hijos" y observar la confianza que adquieren estos últimos en su uso, recomienda Kimmel. Se trata de establecer normas claras, motores de búsqueda adaptados a los niños y directrices sobre las aplicaciones que pueden utilizar los adolescentes.

Los padres también deben hablar con sus hijos sobre los peligros de Internet y las redes sociales, así como acerca de la existencia de contenidos inapropiados para su edad. También es aconsejable inculcarles un tratamiento responsable de fotos y vídeos y la forma de enfrentarse al ciberacoso, la autopromoción exagerada, el cibergrooming o el sexting.

Birgit Kimmel considera que las funciones de acompañamiento de las aplicaciones de los medios sociales son más bien una opción para reforzar el intercambio entre los padres y sus hijos, pero que, sin confianza mutua, son hasta cierto punto ineficaces.

Después de todo, el niño tiene que aceptar la solicitud de supervisión de los padres y puede escapar a su control cambiando la cuenta a privada. "En este caso, los progenitores no tienen acceso a todos los contenidos y los niños pueden así eludir la supervisión", explica Kimmel.

En su opinión, las herramientas de las redes sociales no funcionan como instrumento de control o castigo. Kimmel aconseja, por ello, introducir a los niños en las redes sociales a una edad temprana.

Y hacerlo incluso antes de instalar las aplicaciones correspondientes en sus propios teléfonos inteligentes. Además, llegado el momento, se deberían implementar conjuntamente estrictas configuraciones de seguridad para InstagramTiktok y demás redes sociales

dpa

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