El titular de la comisión de la Unión Africana denunció el trato "violento y degradante" contra los migrantes africanos el viernes durante un intento de entrada masiva en el enclave español de Melilla en el que murieron 23 personas y reclamó una investigación de los hechos, que iba a ser objeto de una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el miércoles.
"Manifiesto mi profunda conmoción e inquietud frente al trato violento y degradante de migrantes africanos que buscan cruzar una frontera internacional entre Marruecos y España", tuiteó el domingo por la noche el chadiano Moussa Faki.
"Pido una investigación inmediata sobre este tema y recuerdo a todos los países sus obligaciones, según la ley internacional, de tratar a los migrantes con dignidad y de dar prioridad a su seguridad y sus derechos humanos, limitando al mismo tiempo todo uso excesivo de la fuerza", agregó este responsable de la UA.
En un tuit, el embajador de Kenia ante la ONU, Martin Kimani, anunció que a iniciativa de su país, Gabón y Ghana, los otros dos miembros africanos no permanentes del Consejo de Seguridad, se celebraría una reunión a puerta cerrada sobre la represión violenta de los migrantes.
Según los diplomáticos, la sesión, prevista inicialmente para el lunes, se pospuso finalmente al miércoles.
Al menos 23 migrantes murieron y 140 policías resultaron heridos, según las autoridades marroquíes, en un intento de entrada masiva de unas 2.000 personas en el enclave español de Melilla, en el norte de Marruecos.
Este balance es, de lejos, el más grave de las numerosas tentativas de entradas multitudinarias tanto en Melilla como en el otro enclave español en Marruecos, Ceuta, que constituyen las únicas fronteras terrestres entre la Unión Europea y África.
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