LA HABANA (AP) — Días después de que se informara un dramático incumplimiento en la producción del estratégico sector del azúcar y la peor producción de en un siglo, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel y su plana mayor se reunieron con especialistas para impulsar un cambio de enfoque y una diversificación de la agroindustria.
Díaz-Canel reconoció que si no se detiene la caída “en dos zafras (campañas de cosecha y fabricación) no habrá caña para hacer azúcar en Cuba”, según reportó el lunes el portal oficial Cubadebate. El encuentro del mandatario se realizó el sábado.
El azúcar es parte tanto de la economía como de la cultura de la nación caribeña desde a época de la colonia y fue el eje de la prosperidad de la isla en los siglos XIX y XX.
Cuba produjo en la campaña 2020-2021 que cerró en mayo unas 482.000 toneladas de azúcar, el 53% de las 911.000 que había proyectado en un informe en diciembre el titular de Economía, Alejandro Gil, y la mitad de las 800.000 registradas en el ciclo anterior, su peor campaña en al menos un siglo.
En los años 80 se llegaron a fabricar hasta ocho millones de toneladas. Con lo obtenido ahora la isla cubrirá su mercado interno con una demanda de 500.000 toneladas, pero no podrá honrar sus compromisos internacionales de exportación a China, estimados en otras 400.000 toneladas.
“La escasez de insumos nos fue llevando a lo que yo considero ha sido un proceso de involución tecnológica y en el que empezamos a tener cada vez menos caña, aunque a pesar de ello, por voluntarismo, tratábamos de mantener los mismos niveles de producción de azúcar”, analizó Díaz-Canel. “Nos fuimos ‘comiendo’ más caña de la que se debía y después no sembrábamos la que se necesitaba... las plantaciones están en una situación sumamente compleja”.
Por el lado de los ingenios -las procesadoras que convierten la caña en azúcar- las reparaciones fueron cada vez más incompletas y malas y desde 2012 se incumplen los planes de producción, en caída en cada ciclo.
Díaz-Canel estuvo acompañado del viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca y el vicepresidente Salvador Valdés Mesa, entro otros altos funcionarios, frente a directivos, técnicos y productores cañeros.
En días previos funcionarios de la industria habían informado que para la zafra 2021-2022 se habían plantado 42.500 hectáreas de caña a la fecha y se esperaba contar con 81.800 hectáreas.
De todas maneras, el mandatario admitió que será “tal vez más pequeña” y se molerá sólo con las centrales que estén en mejores condiciones.
Hasta 2022 Cuba contaba con unos 150 ingenios pero la mitad de ellos fue cerrado ese año dada su ineficiencia y antigüedad.
La descapitalización y la falta de financiamiento so la base de la caída en la producción, agravada por las limitaciones impuestas al sector por las sanciones de Washington a la isla. En la campaña recién cerrada se molió sólo en 35 centrales.
Díaz-Canel reconoció que no hay carencia de herbicidas y plaguicidas hasta gomas para tractores y piezas de repuesto para la industria debido a la crisis que atraviesa el país y que debe cambiarse el “enfoque” para que no sea sólo azúcar sino que a partir de la caña se elaboren alcohol, ron, electricidad y otros derivados también exportables.
El mandatario y sus funcionarios indicaron además que la base será replantar caña, derribar las siembras viejas y ya poco rendidoras, desarrollar la mecanización pero no evitar la tracción animal, usar sólo las centrales eficientes y fortalecer la empresas estatales cañeras.
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Andrea Rodríguez está en Twitter: www.twitter.com/ARodriguezAP