El especialista alemán Brabus vuelve a hacer honor a su fama de tuneador extremo: sobre la base de un Clase G, el reequipador de Mercedes ha anunciado ahora su nuevo Brabus 900 Crawler. El buggy todoterreno se construirá a mano durante cinco meses, estará limitado a un máximo de 15 unidades y comenzará a comercializarse en el cuarto trimestre del año. Según Brabus, la base técnica del Crawler es el Mercedes Clase G. Sin embargo, según el tuneador, solo se han tomado de este partes de la base de carrocería, el salpicadero y la sección frontal, esta última fabricada en carbono, en contraste con la serie de la Clase G. En lugar de una carrocería convencional, el Crawler, sin puertas ni ventanillas, equipa una especie de bañera hecha de fibra de carbono y una jaula antivuelco estable. El interior, espartano para los estándares de Brabus, cuenta con cuatro asientos individuales que incluyen cinturones de seguridad y un sistema de intercomunicación como en un helicóptero. En lugar del chasis convencional, el buggy monta ejes portales que aumentan la distancia al suelo a más de 50 centímetros. Brabus también instala amortiguadores especiales de rally que permitirán al todoterreno devorar con seguridad las dunas del desierto. El motor apenas presenta similitudes con el V8 turbo de AMG que sirvió de base para construir el propulsor del Crawler: la cilindrada ha aumentado de 4,0 a 4,5 litros y la potencia se ha incrementado en aproximadamente un tercio, de modo que la ficha técnica especifica ahora 662 kW/900 CV y hasta 1250 Nm. Según Brabus, el Crawler, que se supone que pesa 500 kilos menos que un Clase G normal, acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos. La velocidad máxima, sin embargo, está limitada a 160 km/h debido a los neumáticos todoterreno y a los ejes portales. Así y todo, el Crawler no está homologado para circular por carreteras. Brabus no ha proporcionado ninguna información acerca del consumo de combustible. dpa