PARÍS (AP) — Virgil Abloh murió en noviembre, pero su espíritu vivió el jueves en la Semana de la Moda de París, en una pasarela espectacular llena de energía para presentar la nueva colección masculina de Louis Vuitton.
Una banda de músicos negros ofreció una actuación conmovedora en una instalación surrealista de caminos de ladrillos amarillos dentro del Louvre, mientras que el rapero Kendrick Lamar interpretó una oda al astro de la moda estadounidense que diseñó la ropa de caballero de Vuitton de 2018 hasta su muerte.
“Larga vida a Virgil… ¿A cuántas millas de distancia?”, rapeó Lamar en el gran espectáculo. El decorado recordó a “El mago de Oz” y las obsesiones infantiles comunes en los diseños de Abloh, al igual que una banda de música y un grupo de baile vestidos de colores que aparecieron al principio y al final del desfile.
Fue la primera colección primavera-verano que no fue diseñada por Abloh desde éste que se unió a la casa. El estudio Vuitton la concibió en su memoria.
La presencia de Omar Sy, Jessica Biel, Justin Timberlake, Joel Edgerton y Naomi Campbell demostró el atractivo continuo que tiene el legado del diseñador.
Es una hazaña notable para un estudio emular los estilos de un antiguo diseñador con originalidad. Este fue el caso el jueves, desde los dobladillos de camisa extravagantes cortados en patrones en zigzag, hasta los apliques de aviones de papel en 3D en los trajes y siluetas alargadas de otro mundo.
Una chaqueta finamente entallada con estampados trompe l’oeil proporcionó uno de los muchos toques de lujo de la vieja escuela. Tales momentos parecieron incluso superar los propios diseños de Abloh para la pasarela.
El estudio mantuvo una línea cuidadosa entre los estilos lúdicos asociados con la casa desde 2018 y la fina sastrería de lujo que se vio durante la época de su predecesor, Kim Jones.
La fuerza de la muestra radicó en sus muchas proezas de diseño. Un ejemplo de ello fue la cintura de una chaqueta negra cruzada ajustada para crear una forma de V en un costado. La silueta evocaba el monograma de la casa.
El estudio de diseño de Louis Vuitton derribó la idea de que muchos cocineros estropean el caldo.