Paula Escalada Medrano
Madrid, 23 jun. En una hipotética “zona económica conjunta”, ubicada entre las dos Coreas en pleno proceso de unificación, transcurre la trama de “La casa de papel: Corea”, una adaptación fiel pero particular de la exitosa serie española, y que llega este viernes a Netflix en plena época dorada para las producciones del país asiático.
Si la serie creada por Álex Pina -que se convirtió en la producción española más vista en la historia de Netflix- comenzaba con el relato de transformación de la joven ladrona Selene Oliveira en Tokio (Úrsula Corberó), la producción coreana arranca también con una voz femenina de narradora omnisciente.
Ahora es una adolescente que baila a escondidas de su padre canciones del grupo de k-pop BTS en la rígida y hermética Pyongyang y que emprende un viaje, impulsada por las circunstancias políticas y sociales, en el que se ve abocada a enrolarse en la banda de atracadores más famosa del mundo.
EL REPARTO
Jeon Jong-seo, una actriz de 27 años conocida por ser una de las protagonistas de la exitosa cinta coreana “Burning” (Lee Chang-dong, 2018) es la encargada de interpretar a uno de los personajes más carismáticos y queridos de una serie en la que están todos los personajes concebidos por Pina, con características similares.
El actor Yoo Ji-tae es el obsesivo “Profesor” y aparece, como no, con sus representativas gafas de pasta; Kim Ji-hun es Denver y conserva su característica candidez y su risa tonta creada por Jaime Lorente; Jang Yoon-ju es Nairobi y es tan histriónica y explosiva como lo fue Alba Flores; y Hyun-woo sigue siendo tan enamoradizo y romántico como el Río creado por Miguel Herrán.
Para encarnar el papel de la inspectora Raquel Murillo los creadores de la serie eligieron a la actriz Kim Yunjin, conocida por haber interpretado a Sun-Hwa Kwon en la serie estadounidense “Lost”. Ella es Seon Woojin y es apodada “El sol”.
Uno de los protagonistas de “El juego del calamar”, la serie más vista en la historia de Netflix, el actor Park Hae-soo, es el encargado de dar vida a Berlín, uno de los personajes más controvertidos de la serie y de los que tienen un pasado más oscuro.
Producida en colaboración por las firmas BH Entertainment y Contents Zium, “La casa de papel: Corea” está dirigida por Kim Hong-su, quien ha estado al frente de dramas de la televisión coreana como "Voice" (2017-2019), "Black" (2017) y "The Guest" (desde 2018). Ha encabezado el equipo de guionistas Ryu Yong-jae, responsable de otra serie original de Netflix "My Holo Love".
LA TRAMA
La serie se enmarca en una hipotética época de acercamiento entre las dos Coreas y una apertura de fronteras que hace que miles de ciudadanos del norte viajen al sur en busca de oportunidades laborales.
Un mundo en el que los coreanos del norte acaban trabajando en el sur por sueldos míseros y en el que “los pobres se hacen más pobres y los ricos más ricos”. Bienvenidos al capitalismo.
“Ha llegado el momento de reclamar nuestra parte del botín para los que no tenemos nada”, cuenta enfurecido “El profesor”, mientras explica el plan a su banda.
Cuatro billones de wones, que los propios atracadores imprimirán, con el mundo entero como testigo de un robo a lo Robin Hood convertido en espectáculo.
Aunque ya no es Dalí el representado en las famosas máscaras, los atracadores siguen conservando su seña de identidad del buzo rojo y es la máscara tradicional coreana del Hahoe.
El robo se producirá en la Casa de la Moneda de esta presunta zona económica conjunta, escenario de una trama llena de connotaciones políticas y alusiones a lo dictatorial del régimen de Pyongyang hoy liderado por Kim Jong-un.
Para resolver el atraco y la primera crisis de la futura nueva Corea, se crea un equipo conjunto con fuerzas de seguridad de los dos países, que pronto mostrará sus diferencias.
Esta producción estrena a nivel mundial sus seis primeros episodios este viernes, seis meses después de que la serie española dijera adiós a sus millones de seguidores en el mundo. EFE
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