BOSTON (AP) — Jayson Tatum logró encestes consecutivos para coronar un buen ataque de Boston en el comienzo del partido. Y el público enloqueció en el TD Garden.
Muy pronto, los fanáticos quedaron silenciados, lo mismo que Tatum.
Tras repuntar para coronarse en la Conferencia Este, los Celtics se quedaron cortos en las últimas estaciones de las Finales de la NBA. Los Warriors de Golden State ganaron los últimos tres duelos y se hicieron del título al imponerse el jueves por 103-90 en el sexto.
“Es duro llegar a este punto y no lograr lo que queríamos”, dijo Tatum. “Esto duele”.
Tatum no dijo si el hombro derecho le dolía también. Se lo sujetó ocasionalmente durante la postemporada.
Y con el balón no lució tan fuerte ni tan preciso como lo fue en otras actuaciones durante los playoffs.
“Fue simplemente una noche dura", comentó.
Los Celtics no habían sufrido tres derrotas consecutivas desde diciembre, cuando daban tumbos por debajo de la marca de .500 y parecían todo menos un candidato al título.
Terminaron convirtiéndose en uno de los mejores conjuntos de la liga, en parte por la brillantez de Tatum, quien fue votado como miembro del equipo ideal de la NBA por primera vez.
Sin embargo, finalizó con apenas 13 puntos, al atinar seis de 18 disparos en el sexto encuentro, con apenas un enceste en la segunda mitad.
“Algo que él ha hecho durante toda la temporada ha sido ver múltiples coberturas y entender cuál era la mejor jugada. Lo hizo en las primeras series pero ésta fue muy ruda”, dijo el entrenador de los Celtics, Ime Udoka. “Ellos tienen un equipo muy consistente que hizo algunas cosas para limitarlo”.
Tatum lució atinado al inicio. Logró los últimos cinco puntos en una racha de 14-2 que marcó la apertura del duelo.
Añadió un tercer enceste en el primer cuarto para dar a Boston una ventaja de 22-16, pero ésos fueron sus últimos puntos antes de ser superados por una avalancha de 21 tantos de Golden State sin respuesta.
Ello colocó el marcador 37-22 en los albores del segundo periodo. Los fanáticos de Boston quedaron conmocionados.
Más tarde, rompieron el silencio, con abucheos para su propio equipo.