CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El huracán Blas se desplazaba el jueves frente a la costa mexicana del Pacífico, y obligó a cerrar el acceso marítimo a la localidad turística de Puerto Escondido en una zona que aún no se recupera de los destrozos causados por otra tormenta hace pocas semanas.
Además, se formó una depresión tropical frente a Centroamérica y se pronostica que se convierta en tormenta tropical conforme se acerque a El Salvador y Guatemala, para luego desviarse rumbo a mar abierto el fin de semana. Las autoridades salvadoreñas dijeron que seis personas han muerto durante una semana de lluvias influenciadas por Blas y otros sistemas meteorológicos.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos indicó que Blas tenía vientos máximos sostenidos de 140 km/h (85 mph) el jueves por la tarde. Su vórtice se ubicaba a unos 340 kilómetros (210 millas) al sur-suroeste del puerto de Manzanillo y se desplazaba hacia el oeste-noroeste a 13 km/h (8 mph).
Los meteorólogos pronostican que Blas comenzará a debilitarse el viernes por la noche, manteniéndose en aguas abiertas y adentrándose en el Pacífico. Sin embargo, señalaron que ya estaba provocando oleaje peligroso en la costa.
La capitanía de Puerto Escondido, en el estado de Oaxaca, anunció el cierre del puerto a la navegación desde el miércoles por la tarde.
La región al sureste de Puerto Escondido fue azotada por el huracán Agatha, que tocó tierra cerca de Puerto Ángel el 30 de mayo con vientos sostenidos máximos de 165 km/h (105 mph). Las autoridades dijeron que las inundaciones y aludes provocados por las lluvias intensas de Agatha causaron la muerte de nueve personas. Cinco más siguen desaparecidas y se sospecha que fallecieron.
El comandante local del ejército, Antonio Ramírez Escobedo, dijo al diario Milenio que 17 poblaciones de la región montañosa siguen aisladas debido a la caída de puentes, los deslaves y los árboles caídos.
Dijo que más de 100.000 personas de 119 poblaciones sufrieron daños en sus viviendas.
La Secretaría de Gobernación (Interior) declaró el estado de desastre en 38 municipios, lo que les faculta a recibir ayuda de manera prioritaria.