BOSTON (AP) — Un proyecto de ley que permitirá a los inmigrantes que viven en el país sin autorización legal obtener licencias de conducir en Massachusetts se convirtió en ley luego de que el Senado estatal anuló el jueves el veto del gobernador republicano Charlie Baker.
La votación de 32-8 que anuló el veto se dio tras una votación en el mismo sentido el miércoles en la Cámara de Representantes estatal. Massachusetts se une ahora a otros 16 estados y al Distrito de Columbia que tienen leyes similares.
La nueva ley es una victoria para los defensores de los derechos de los inmigrantes que durante mucho tiempo han presionado por la medida, planteándola en parte como una medida de seguridad pública con la cual las personas tendrán que demostrar que pueden conducir un auto correctamente y obtener un seguro.
Baker se ha opuesto a la idea de permitir que las personas que están en el país sin autorización obtengan licencias de conducir, señalando que esto requerirá que el Registro de Vehículos Motorizados de Massachusetts emita licencias estatales a personas que no pueden verificar su identidad.
Con los cambios, dijo Baker, una licencia de conducir estándar de Massachusetts ya no confirmará que una persona es quien dice ser.
Bajo la nueva ley, quienes se encuentren en el país con estatus migratorio irregular podrán solicitar una licencia de conducir si pueden proporcionar al Registro de Vehículos Motorizados un pasaporte extranjero o un documento de identificación consular.
También deberán proporcionar uno de cinco documentos adicionales: Una licencia de conducir de otro estado o territorio de Estados Unidos, un acta de nacimiento; una cédula de identidad del extranjero; una licencia de conducir extranjera; o un certificado de matrimonio o sentencia de divorcio de cualquier estado o territorio de Estados Unidos.
La nueva ley entra en vigor el 1 de julio de 2023.
Los cambios ayudarán a mejorar la vida de quienes trabajan para mantener a sus familias, según el senador demócrata Adam Gomez, quien votó a favor de anular el veto de Baker, argumentando que las licencias ayudarán a aliviar algunos de los temores de interactuar con la policía.