LONDRES (AP) — Desfiles militares espectaculares, fiestas callejeras por todo el país, espectáculos de drones y luces en el Palacio de Buckingham, y una aparición sorpresa de la reina Isabel II platicando con el Oso Paddington. La celebración de cuatro días del Jubileo de Platino ha sido una larga fiesta que demostró la extraordinaria popularidad de su alteza tras 70 años en el trono.
La monarca con el reinado más largo de Gran Bretaña sólo tuvo tres breves apariciones durante el fin de semana largo dedicado para celebrar sus años de servicio. Pero la ausencia de la reina no aminoró la atmósfera de fiesta en la nación, en la que millones asistieron a jolgorios patrióticos callejeros, parrilladas y picnics en sus pueblos y ciudades.
Los cuatro días de celebración tuvieron al comienzo y al final saludos de la reina de 96 años desde el balcón del Palacio de Buckingham, uno el jueves y el segundo el domingo, al final de un enorme desfile.
Las multitudes estallaron en ovaciones mientras la reina sonreía y saludaba con la mano acompañada de otros importantes miembros de la familia real tras el desfile militar Trooping the Color realizado el primer día.
Después asistió a un encendido de luces ceremonial en el Castillo de Windsor esa noche, pero estas breves apariciones la dejaron agotada y la reina no pudo asistir a la misa de acción de gracias que se ofreció para ella en la Catedral de San Pablo al día siguiente.
La reina, quien ha reducido sus apariciones públicas en meses recientes por problemas de movilidad, también se ausentó de la prestigiosa carrera de caballos Epsom Derby y de un concierto pop presentado fuera del Palacio de Buckingham el sábado.
Sin embargo, encantó al país cuando protagonizó con el Oso Paddington, en una versión animada por computadora, un tierno video presentado al comienzo del concierto. En el clip la reina comparte el té de la tarde con el personaje peludo, y revela lleva guardado un sándwich de mermelada en su famoso bolso negro.
El concierto, encabezado por Diana Ross, la banda de rock Queen y otros artistas, encantó a 22.000 asistentes y tuvo drones sobrevolando el palacio que dibujaron un perro corgi gigante en el cielo y una tetera.
Decenas de miles de persona llenaron el paseo The Mall frente al Palacio de Buckingham para el clímax de las festividades, en las que hubo un enorme desfile colorido por el centro de Londres el domingo.
El carruaje dorado, que transportó a la reina para su coronación en 1953, encabezó la procesión. Un holograma de Isabel, como se veía hace 69, se asomaba desde las ventanas del carruaje, un duro recordatorio de lo joven que era Isabel cuando ascendió al trono.
Tras esto 6.000 artistas contaron la historia de la vida de la reina seguidos de un desfile de autos antiguos, autobuses de dos pisos, un pastel de bodas gigante y enormes marionetas.
La multitud cantó “God Save The Queen” y la reina hizo su segunda aparición en el balcón, acompañada por los herederos en la línea de sucesión al trono y las futuras reinas consortes.
Fue una imagen final que preparó al país para el futuro de la monarquía.