DETROIT (AP) — No está claro si Marcus Ericsson alcanzó a limpiar de su traje las manchas de la leche con la que festejó la victoria en las 500 Millas de Indianápolis. Pero ya hay un nuevo desafío, en una temporada de la IndyCar que se volvió loca.
El sueco es el nuevo líder por puntos, la agencia libre se ha acelerado a un ritmo vertiginoso y el campeón reinante de la categoría dijo que su nombre surgió erróneamente en los rumores sobre una posible mudanza.
Además, ésta será la última carrera en Belle Isle.
Ericsson volvió al circuito callejero temporal en busca de revalidar su primera victoria en la IndyCar y de tomar el control en la lucha por el título.
Pato O'Ward tiene otros planes. El mexicano vuelve también al Gran Premio de Detroit, donde consiguió su primer triunfo, ahora con la misión de repetir y desbancar a Ericsson de la punta.
Belle Isle fue sede de una doble cartelera en los últimos ocho años, y Ericsson ganó en la carrera sabatina de la campaña anterior. O'Ward fue triunfador el domingo.
Ahora hay sólo una carrera, dominical. Y marcará la última vez que se corra en Belle Isle.
El Gran Premio de Detroit se mudará a un circuito callejero céntrico desde el año próximo.
Así, es apenas adecuado que la resaca de las 500 Millas de Indianápolis haya durado apenas una semana y que se reanude rápido el drama de la IndyCar, con la despedida a Belle Isle.
Y hay que recordar: Quedan todavía 11 carreras en un calendario que concluye el 11 de septiembre.
La tinta se secó apenas en la extensión del contrato de O'Ward con Arrow McLaren SP y el piloto de Monterrey está pensando ya en grande. Quitó el pie del acelerador en la última vuelta de Indianápolis, cuando desafiaba a Ericsson.
Y el viernes, consideraba todavía que esa decisión fue correcta.
Cree que no habría completado el rebase que le diera el triunfo. En cambio, corría mucho riesgo de estrellarse, algo inexcusable en una carrera que otorgaba puntos dobles.
Ericsson remontó del octavo sitio al primero en el campeonato con la victoria, mientras que O'Ward avanzó del séptimo al segundo y está a 13 unidades de la cima.
“Tomé la decisión correcta al 100 por ciento”, dijo O'Ward el viernes. “Simplemente no creo que hacerme el héroe ayude a ganar un campeonato. Creo que pude haber sufrido un duro golpe en la lucha por el campeonato y simplemente no valía la pena”.
Otros pilotos discreparon. Alex Palou, campeón reinante de la IndyCar, insistió en que él hubiera ido por la victoria sin importar los riesgos.
Por cierto, el español Palou dijo el viernes que le agradaba ser parte de los rumores. Sin embargo, descartó que vaya a mudarse de Ganassi a McLaren.