Vistos los resultados de los últimos Roland Garros, podría decirse que la Navidad se adelanta en París al mes de junio. Este sábado ganó el torneo femenino Iga Swaitek, admiradora de Rafael Nadal, que jugará la final masculina el domingo, con el que comparte una curiosa historia.
Si se escribe el apellido 'Swiatek' en un conocido traductor en internet, aparece que esa palabra significa en polaco 'Navidad', es decir, lo mismo que 'Nadal' en catalán, la lengua materna del campeón español.
"Creo que simplemente es una bonita coincidencia", explicó la polaca en conferencia de prensa tras ganar por segunda vez Roland Garros (la primera fue en 2020), derrotando en la final a la estadounidense Coco Gauff por 6-1 y 6-3.
"Es algo que no se puede preparar. Solo una coincidencia. Es bueno tener algo en común con Rafa", que este domingo buscará ante el noruego Casper Ruud su 14º título en Roland Garros.
Además del significado del apellido, Swiatek, de 21 años, tiene otra cosa en común con el campeón español, de 36: hasta el momento ninguno de los dos ha perdido una final de Roland Garros.
"Así es, pero creo que él tuvo muchas más ocasiones de poder perder. Creo que su estadística es mucho, mucho mejor", contestó sonriendo en referencia a que Nadal ha ganado 13 en otras tantas presencias en finales en la Philippe Chatrier y la jugadora, de momento, lleva dos de dos.
Swiatek nunca ha ocultado su admiración por Nadal: "Creo que lo mejor que puedo aprender de él es su mentalidad. A veces en nuestras cabezas, creo que muchos jugadores lo sobreanalizamos todo. A veces nos planteamos estas finales como que si las perdemos, nuestras vidas van a empeorar".
"Prefiero a los grandes campeones que, como Rafa, aceptan que pueden perder", añadió.
Y recordó una anécdota: "El año pasado cuando perdió en semifinales (contra Djokovic) me lo encontré la mañana siguiente en el desayuno del hotel. Le dije que me había pasado toda la noche llorando porque había perdido. Él me contestó: 'Solo es un partido de tenis. Uno gana, el otro pierde. Es algo normal".
"Parece fácil, pero no todos pueden considerar esos grandes momentos como un partido más. Es lo que le hace especial".
"A veces cuando ves jugar a Rafa, cuando juega Novak, parecen simplemente dos tenistas practicando su deporte, simplemente divirtiéndose, sin preocuparse de lo que piensa el resto del mundo. Es genial", concluyó.
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