NUEVA ORLEANS (AP) — Décadas de trabajo no han logrado reducir la “zona muerta” en el Golfo de México, un área con poco oxígeno que se forma cada año frente a Luisiana y Texas.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés) pronostica que la de este año se mantendrá dentro del promedio de los últimos 35 años. Eso es casi el triple del objetivo de reducción de una zona que cuenta con muy poco oxígeno para que los animales marinos puedan sobrevivir.
La combinación de modelos desarrollados por cinco universidades resultó en un pronóstico de unos 13.893 kilómetros cuadrados (5.364 millas cuadradas), indicó la NOAA en un comunicado. Eso es ligeramente inferior al promedio de cinco años de 13.934 kilómetros cuadrados (5.380 millas cuadradas) y aproximadamente 15% menos que el año pasado.
En 2001, un grupo de trabajo conformado por autoridades estatales y federales estableció un objetivo a largo plazo de reducir la zona muerta, o área hipóxica, a 4.920 kilómetros cuadrados (1.900 millas cuadradas), aproximadamente el 35% del promedio actual.
“El plan de acción para reducir el tamaño de la zona muerta en el Golfo de México fue establecido hace 20 años, pero el pronóstico para este año es comparable con la zona promedio de los últimos 35 años”, dijo Don Scavia, de la Universidad de Michigan, quien encabeza uno de varios equipos de investigación que colaboran con la NOAA.
“Es evidente que las agencias federales y estatales y el Congreso siguen dándole prioridad a la agricultura industrial sobre la calidad del agua”, dijo Scavia, profesor emérito de la Facultad de Medio Ambiente y Sustentabilidad, en un comunicado de prensa publicado en el sitio web de la universidad.
La zona muerta del Golfo de México es causada en buena medida por la escorrentía urbana y agrícola y el vertimiento de nitrógeno y fósforo al río Mississippi, el cual drena el 41% de los 48 estados contiguos de Estados Unidos. En el golfo, los nutrientes alimentan un crecimiento excesivo de algas, las cuales mueren y se hunden hasta el fondo, utilizando el oxígeno desde el lecho marino hacia arriba durante su proceso de descomposición.
Los peces, camarones y cangrejos se pueden alejar. Los animales más lentos o que se encuentran fijos en el fondo no pueden hacerlo.
“La zona muerta del golfo sigue siendo la zona hipóxica más grande en aguas de Estados Unidos, y queremos comprender mejor sus causas e impactos”, dijo Nicole LeBoeuf, administradora asistente del Servicio Oceánico Nacional de la NOAA. “Los modelos que hacemos son una parte importante del objetivo de la NOAA de proteger, restaurar y manejar el uso de recursos costeros y oceánicos mediante una gestión basada en los ecosistemas”.
En 1999, los investigadores estaban al tanto de 61 áreas hipóxicas en todo el mundo.
La que abarca buena parte de la costa de Luisiana y se extiende hacia Texas “es la segunda mayor área hipóxica costera provocada por el hombre en el océano global”, escribieron Nancy Rabalais y Eugene Turner, científicos de la Universidad Estatal de Luisiana.