La Amazonía brasileña sufrió en mayo el mayor número de incendios para ese mes desde 2004, mientras que la región del Cerrado tuvo un récord en el mismo periodo, según cifras oficiales difundidas este miércoles.
Alimentando los temores sobre el futuro de la mayor selva tropical del mundo, los registros satelitales de la agencia espacial brasileña (INPE) mostraron un total de 2.287 incendios en la Amazonía en mayo, un alza de 96% contra igual mes de 2021.
Se trata del segundo número más alto para un mes de mayo después de la cifra alcanzada en 2004, cuando llegó a 3.131.
En el Cerrado, una región de sabana tropical que comprende una gran biodiversidad al sur de la Amazonía, hubo 3.578 incendios, según el INPE, un incremento de 35% sobre mayo de 2021.
Es la mayor cifra para un mes de mayo desde el inicio de los registros, en junio de 1998.
Ambientalistas calificaron las cifras como una prueba más de un aumento de los incendios y la deforestación durante el mandato del presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro.
"Estas cifras no son un punto fuera de la curva, son parte de una tendencia ascendente constante en la destrucción ambiental en los últimos tres años, el resultado de una política gubernamental intencional", dijo el director ejecutivo de la WWF Brasil, Mauricio Voivodic.
"La ciencia está siendo ignorada y el futuro hará que Brasil pague un alto precio por ello", agregó.
Los expertos dicen que los incendios en la Amazonía, un pulmón del mundo clave contra el cambio climático, son casi todos provocados intencionalmente para despejar la tierra para actividades como la agricultura y la ganadería.
Mayo típicamente tiene menos incendios que agosto y septiembre, los meses en el pico de la estación seca. Los altos números en este periodo generaron temores de que 2022 podría ser un año particularmente destructivo.
Bolsonaro, quien está estrechamente aliado con el poderoso sector agroindustrial de Brasil, se ha enfrentado a críticas internacionales por un fuerte aumento de la deforestación en la Amazonía y otros ecosistemas bajo su mandato.
Desde que asumió el cargo en 2019, la deforestación anual promedio en la Amazonía brasileña aumentó un 75% respecto de la década anterior, según cifras oficiales.
También hay alarma sobre el área de bosque atlántico en la costa este de Brasil, donde la deforestación aumentó en un 66% el año pasado, de acuerdo con un informe de la semana pasada del grupo ambientalista SOS Mata Atlántica.
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