El gobierno británico empezó a informar a los migrantes que entraron de manera irregular a su territorio que serán enviados a Ruanda y prevé que el primer vuelo salga el 14 de junio, anunció el ministerio del Interior este martes.
Después del anuncio de este controvertido plan a mitades de abril, el primer ministro británico Boris Johnson había previsto acciones ante la justicia por parte de grupos defensores de derechos humanos.
"Aunque sabemos que se intentará frustrar el proceso y retrasar las expulsiones, no me dejaré disuadir y seguiré plenamente comprometida con la aplicación de lo que espera la población británica", dijo la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel.
La ministra agradeció una "nueva etapa" hacia la aplicación de la asociación con Ruanda como parte de la estrategia del gobierno para reformar el "sistema de asilo roto y romper el malvado modelo de negocio de los contrabandistas".
Las personas expulsadas a Ruanda podrán "rehacer ahí su vida en todo seguridad", asegura el comunicado.
El acuerdo permite que Reino Unido envie a Ruanda los migrantes y solicitantes de asilo. El objetivo es disuadir el creciente número de cruces ilegales del Canal de la Mancha. Pero la medida desencadenó una oleada de críticas de grupos de defensa de derechos humanos, personalidades de la oposición en ambos países e incluso de Naciones Unidas.
Bajo el acuerdo, Londres financiará en un primer momento el dispositivo con 120 millones de libras (más de USD 151 millones).
El gobierno ruandés dijo que propondría a los migrantes la posibilidad "de instalarse de manera permanente en Ruanda si lo desean".
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