Seis niños y una mujer muertos dejó este sábado un alud en una comunidad indígena de Guatemala a causa de las fuertes lluvias en el país, que el miércoles mataron también a tres menores, informó Protección Civil.
Una vivienda quedó sepultada por el deslizamiento de tierra en la aldea los Pinos, Alta Verapaz, al norte de la capital guatemalteca, precisó el vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), Rodolfo García.
Las víctimas son cinco niños de 8 meses, 15, 12, 11 y 6 años, una niña de 7, así como la madre de los menores, identificada como Agustina Cuc, de 36, cuyos cuerpos fueron rescatados "lamentablemente fallecidos", precisó el vocero de la Conred, entidad a cargo de Protección Cicil en el país.
Dos personas lograron sobrevivir a la tragedia, afirmó.
En un primer informe se indicaba de tres fallecidos y cuatro desaparecidos entre las toneladas de escombros en la casa asentada en las faldas de un cerro.
De acuerdo con García, personal de la Conred realiza las Evaluaciones de Daños y Análisis de Necesidades (DAN) para determinar si la zona continúa en riesgo o si es necesaria la habilitación de albergues, toda vez que 128 personas en 24 viviendas están en riesgo.
El miércoles tres niñas fallecieron también a causa de un alud en otra comunidad indígena en Huehuetenango.
El vocero de la Conred comentó que en la actual temporada de lluvias, que inició a principios de mayo, se han registrado 117 incidentes que han dejado también un herido, 193.019 afectados y 1.362 evacuados.
En cuanto a daños a la infraestructura se contabilizan 562 viviendas con daño leve, moderado y severo, tres escuelas y 33 carreteras afectadas, ninguna destruida, tres puentes afectados y uno destruido.
En Guatemala, el año pasado los incidentes asociados a las lluvias dejaron unos 35 fallecidos, tres desaparecidos, 17 heridos, casi 1,5 millones de personas afectadas y 11.911 evacuadas.
Cada año, la temporada de lluvias que inicia a principios de mayo y suele extenderse a noviembre deja decenas y hasta cientos de muertes en Centroamérica, una de las regiones más vulnerables ante el cambio climático.
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