Una vez más, Léa Seydoux manda en el Festival de Cannes

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CANNES, Francia (AP) — Una vez más, el Festival de Cine de Cannes le pertenece a Léa Seydoux.

La actriz francesa ya ganó una Palma de Oro en el festival por “La vie d’Adèle” (“La vida de Adèle”) de 2013, que hicieron de ella y Adèle Exarchopoulos y las convirtió en las primeras actrices en llevarse el premio mayor de Cannes, el cual compartieron con el director Abdellatif Kechiche.

El año pasado, tuvo cuatro películas en el festival, pero no pudo asistir a ninguno de los estrenos porque contrajo COVID-19. Pero este año, Seydoux ofrece dos de las mejores actuaciones de su carrera en un par de películas en Cannes: “One Fine Morning” de Mia Hansen-Love, y “Crimes of the Future” de David Cronenberg. Juntas, sólo refuerzan la idea de que Seydoux es la mejor actriz francesa de su generación.

Una tarde reciente a pocas cuadras del Palais des Festivals de Cannes, Seydoux saludó alegremente a un reportero. ¿Cómo estaba ella? “¡Estupendo!”, respondió. “¿No debería estar genial?”

Seydoux, de 36 años, ya ha dejado una huella importante en Hollywood, sobre todo al asumir el papel alguna vez estereotípico de “Chica Bond” y ampliar el personaje a una “Mujer Bond”, que ella redefinió en varias películas, agregando una nueva dimensión de profundidad a la franquicia. Seydoux era tan buena que hasta James Bond quería sentar cabeza.

Pero este año en Cannes ha dejado en claro que Hollywood fue solo una parada entre muchas en la carrera excepcionalmente variada y de rápida evolución de Seydoux, quien ha logrado ser una de las caras más famosas de Europa sin dejar de exudar una misteriosa melancolía en la pantalla. Ella es omnipresente y esquiva al mismo tiempo.

“Llevo una tristeza”, dice Seydoux, remontando el sentimiento a una infancia tímida. “El cine para mí es algo lúdico. Es un verdadero consuelo porque, en cierto modo, transformé mi tristeza en un objeto de belleza. O lo intenté, de cualquier manera. No es que funcione siempre”.

“Si no tuviera el cine estaría muy triste”, agregó. “Por eso trabajo todo el tiempo, es una manera de esta conectada”.

En “One Fine Morning”, una de las películas destacadas de Cannes, Seydoux interpreta a una joven viuda que cría a una hija en París al tiempo que atiende a su padre mayor, cuya memoria se está perdiendo. Después de reconectar con un viejo amigo, surge una apasionada aventura. “One Fine Morning”, una película semiautobiográfica que Hansen-Love escribió poco después de que su propio padre muriera de COVID-19, transita en la irreconciliable coexistencia del duelo y el amor, la muerte y el renacimiento, y la problemática fugacidad. Hansen-Love, la cineasta de “Bergman Island” la escribió con Seydoux en mente.

“Ella es quizá mi actriz favorita de esta generación”, explicó Hansen-Love. “Es enigmática de una manera que muy pocas actrices lo son. Ella no trata de mostrar cosas, no está afectada”.

“Existe una cierta tristeza y melancolía en ella que contrasta con su estatus como superestrella que me conmueve”, agregó la guionista y directora. “Por un lado es una figura muy glamurosa en el paisaje del cine. Es muy sexy. Está en películas en las que es vista desde un punto de vista masculino, fantasía, y ella disfruta eso mucho, creo. Pero hay una inocencia y simplicidad sobre ella que me da la misma sensación cuando filmo a actores desconocidos”.

Sony Pictures Classics adquirió la película el lunes para su distribución en Estados Unidos citándola como “la mejor actuación de Seydoux hasta la fecha”.

Previo a este momento, Seydoux había experimentado algunos de los peores aspectos de la industria cinematográfica. En 2017 dijo que alguna vez Harvey Weinstein intentó besarla por la fuerza en una habitación de hotel durante una junta que supuestamente sería por un posible papel. La técnica de filmación del romance lésbico de “La vie d’Adèle”, en las que Kechiche filmaba hasta 100 tomas de una sola escena, también ha sido cuestionada.

Pero Seydoux, quien recientemente firmó para adaptar la novela erótica “Emmanuelle” con la cineasta de “L’événement” (“El acontecimiento”) Audrey Diwan, dijo que nunca ha dudado de expresar su sexualidad en pantalla. “One Fine Morning”, con el beneficio de la perspectiva de Hansen-Love, es una de las películas más sensuales en Cannes.

“Sentía que esta película se trataba de pasión”, dijo Seydoux. “No tengo problemas con los desnudos. Es algo que me gusta ver como espectadora, creo que es hermoso. Me encantan las escenas de sexo en el cine”.

En “Crimes of the Future” de Cronenberg, que se estrena el 3 de junio en cines, Seydoux actúa junto a Viggo Mortensen en una película todavía más enfocada en el cuerpo. En un futuro en el que los humanos y el plástico se han acercado más, interpreta a una cirujana que realiza operaciones para retirar tumores y órganos con el resplandor de un artista.

“Para ser honesta no comprendí todo de la película”, dijo Seydoux sonriendo. “Para mí es como una metáfora de qué es ser un artista”.

Quizá “Crimes of the Future” presenta un mundo inusual de ciencia ficción, pero Seydoux es notablemente centrada en ella. Hambrienta de aventuras cinematográficas más abiertas, Seydoux dice que al hacer una varidad de películas “es cómo me siento libre. No quiero estar varada en un sólo lugar”.

“No me enloquecen las películas que son ‘entretenidas’”, dijo Seydoux. “No creo que voy al cine para que me entretengan. Sé que es algo grande en América. A mi me gusta más hacerme preguntas. No me gusta que me den respuestas. No quiero dejar de pensar, creo que ciertas películas están ahí sólo para alimentarte con imágenes”.

“Me gusta sentir que he tocado algo verdadero”, agregó Seydoux. “El mundo en el que vivimos ahora, con Instagram y todo eso, son puras mentiras. Siento que con el cine podemos tocar una cierta verdad. Y hay muchas verdades. Me encanta que me toquen. Me siento viva”.

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Jake Coyle está en Twitter como http://twitter.com/jakecoyleAP.

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