En el pequeño poblado moldavo de Pereni, Nicolae Tronciu contempla su viñedo, con los brotes a punto de florecer.
El hombre de 71 años lanzó su marca hace cuatro años vendiendo a Europa en lugar de Rusia, el principal mercado tradicional de su país, y la decisión dio buenos dividendos, sobre todo desde el inicio de la guerra en Ucrania.
"La mayor parte de mi producción va a Europa, en especial a nuestros hermanos rumanos", comentó Tronciu a AFP en su viña, unos 50 km de la frontera con Ucrania.
Moldavia, una pequeña exrepública soviética de 2,6 millones de habitantes situada entre Ucrania y Rumanía, es uno de los 20 principales productores mundiales de vino y ha buscado últimamente un mayor acercamiento con la Unión Europea (UE).
Esto le ha permitido mitigar el impacto de la guerra en momentos que la industria lucha con los crecientes precios de las materias primas y la falta de consumidores ucranianos, aunque no con la pérdida de consumidores rusos.
- Mezcla de la libertad -
"Rusia era nuestro mercado tradicional... En la UE puedes cobrar más por el vino, pero el enfoque allí es en la calidad", explicó Tronciu.
Su familia produce vino desde hace cuatro generaciones y él espera dejarle el negocio a sus hijos que trabajan en el exterior.
"Geográficamente y como persona, soy proeuropeo", afirmó.
El acercamiento de Moldavia con la UE ha enfadado a Moscú y provocó dos embargos rusos en 2006 y 2013.
Esas sanciones han llevado al país a acercarse a Occidente. La UE abrió su mercado a los vinos moldavos y alcanzó un acuerdo de libre comercio con Chisinau en 2014.
La transformación fue radical: Rusia fue el destino de solo 10% de los vinos exportados por Moldavia en 2021, desde 80% a inicios de los años 2000, según cifras del ministerio de Agricultura moldavo.
Moldavia exportó el año pasado más de 120 millones de litros a países europeos, comparado con 8,6 millones de litros a Rusia.
"Antes del embargo ruso de 2006, el país no conocía el término 'diversificación de mercado' (...) Hoy día exporta (vino) a más de 70 países", dijo a AFP Sergiu Gherciu, alto funcionario del ministerio de Agricultura.
Purcari, el principal fabricante moldavo de vino, llegó a posicionarse políticamente contra la influencia rusa con un vino llamado "Mezcla de la Libertad", lanzado en 2014 y producido con tres variedades de uva de Georgia, Ucrania y Moldavia.
"Este vino es un símbolo de estos países que están luchando por su libertad", comentó Eugen Comendant, director de operaciones de Purcari.
Luego de que Rusia invadió Ucrania en febrero, la empresa ayudó a los refugiados ucranianos ofreciéndoles hospedaje gratuito y patrocinó un baner contra la guerra en Bucarest, donde Purcari cotiza en la bolsa.
- Materiales caros -
Según Comendant, el impacto de la guerra rusa ha sido casi nula en términos de la compra de vinos de Purcari en Rusia.
Pero el mercado ucraniano colapsó cuando estaba en pleno desarrollo y representaba 4% de las ventas de la empresa.
El bloqueo ruso del puerto sureño ucraniano de Odesa también causó "grandes problemas logísticos y complicó nuestras exportaciones a Asia", agregó.
En marzo, el gobierno moldavo dijo que más de 750.000 euros en vino estaban bloqueados en el puerto ucraniano.
Pero el principal desafío para los productores moldavos de vino es el aumento en los costos de producción, que deberán subir 50% este año, según Gherciu.
Tronciu acotó que todos los materiales para la fabricación de vinos se han encarecido.
"El pesticida, el combustible, el gas e incluso el alambre de acero que usamos" para las viñas, precisó.
Lamentó también la ausencia de turistas que solían llegar a la viña.
En su mayoría eran ucranianos, pero también algunos rusos", indicó en su sala de degustación ahora vacía.
str-anb-ii/jza/mas/zm