Miles de personas se manifestaron en Letonia el viernes para pedir la demolición de un monumento de la época soviética que se ha convertido en punto de encuentro para los partidarios del Kremlin en este país báltico.
"Estos monumentos que conmemoran regímenes opresivos son una forma de contaminación. No para el medioambiente, sino para nuestras cabezas y mentes", dijo a AFP Girts Kalnins, que organizó la protesta junto a este memorial soviético.
Los manifestantes, unos 10.000 según medios locales, mostraron pancartas con lemas como "Respalden a Ucrania" o "Nuestra tierra, nuestras reglas" y ondearon banderas letonas y ucranianas.
El monumento, de 79 metros de alto, fue erigido como un memorial de la Segunda Guerra Mundial en 1985, cuando Letonia todavía formaba parte de la Unión Soviética.
Cada año, miles de personas de etnia rusa en Letonia, que representan un 30% de la población, se congregan el 9 de mayo en este monumento para recordar la victoria soviética sobre la Alemania nazi en 1945.
"Con las décadas, el monumento ha pasado de ser un memorial de guerra a ser un lugar de encuentro para quienes justifican los crímenes de guerra rusos en Ucrania", protestó Martins Krusts, un economista.
Para muchos letones, el fin de la Segunda Guerra Mundial supuso el inicio de la ocupación soviética que duró hasta 1991.
Ahora, Letonia, como los otros dos países bálticos Lituania y Estonia, forman parte de la Unión Europea y de la OTAN.
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