QUITO (AP) — Agentes de la policía capturaron el viernes al ex vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas en las afueras de su domicilio, en un exclusivo barrio de la ciudad portuaria de Guayaquil, dando cumplimiento a la orden del Tribunal Provincial de Santa Elena, que revocó la decisión de liberarlo impartida por un juez de una pequeña localidad costera hace 40 días, aunque tenía pendiente el cumplimiento de dos condenas de cárcel por corrupción.
Un uniformado llegó hasta la puerta de la casa de Glas, quien sin oponer resistencia, escuchó la lectura de los derechos y la resolución del Tribunal, tras lo cual procedió de apresarlo con la orden de llevarlo a la cárcel de la ciudad andina de Latacunga, 90 kilómetros al sur de la capital.
Antes de ser llevado a la cárcel, será sometido a pruebas médicas para comprobar la salud del detenido.
“Regreso a la cárcel y volveré a salir, un abrazo a toda mi familia, a mis amigos”, afirmó Glas tras ser apresado.
Por unanimidad ese Tribunal, revocó la orden de un juez de primera instancia que, aplicando un recurso, decidió liberar a Glas el 10 de abril aduciendo que hacía prevalecer el derecho a la vida del sentenciado antes que al cumplimiento del fallo y la pena. La defensa de Glas argumentó que su defendido estaba enfermo y que su vida corría peligro en prisión debido a las frecuentes matanzas entre presos en las cárceles.
Ese tribunal también ordenó la inmediata investigación de todos los funcionarios, tanto del sistema de prisiones como judiciales, que intervinieron en la liberación de Glas, a fin de establecer presuntas infracciones y responsabilidades.
Glas no portaba grillete electrónico ni guardaba prisión domiciliaria, lo que le permitía moverse por todo el país. Uno de sus abogados, Arturo Escala, afirmó mientras esperaba en las afueras del cuartel Modelo de policía, de Guayaquil que “me comunicaron que el señor ex vicepresidente va a venir a entregarse a la policía y estamos esperando para darle nuestro apoyo”.
Anteriormente no se había dado información sobre el cumplimiento de las condenas pendientes.
Una simpatizante del partido de Glas, Unión por la Esperanza, interpuso un recurso de habeas corpus, enfocado en proteger los derechos de los presos, en este caso de Glas, con lo cual quedó libre. Un narcotraficante holandés también fue puesto en libertad y un líder de las mafias que imperan en las cárceles estuvo a punto de quedar libre. En las cárceles de Ecuador se han registrado violentas matanzas entre presos en los últimos dos años.
El ex vicepresidente fue sentenciado a seis años de cárcel por asociación ilícita en una trama de corrupción de la empresa brasileña Odebrecht y recibió una condena de ocho años por cohecho en un caso denominado “Sobornos”, una compleja red a través de la cual empresarios dieron al gobierno del expresidente Rafael Correa (2007-2017) millonarias sumas a cambio de la concesión de obras públicas.
En tanto, está pendiente la sentencia de una tercera causa por corrupción.
Glas fue vicepresidente de Correa entre 2013 y 2017 y posteriormente de su amigo y sucesor Lenín Moreno, quien poco después de llegar al poder se convirtió en un férreo detractor del correísmo.