SAN JUAN (AP) — Un grupo de congresistas federales demócratas, entre ellos el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, propuso el jueves un plebiscito vinculante para decidir si Puerto Rico se convierte en un estado de Estados Unidos u obtiene algún tipo de independencia.
El borrador de la propuesta dada a conocer en una conferencia de prensa en línea comprometería al Congreso a aceptar a Puerto Rico en el país si los votantes de la isla lo aprueban. Pero incluso si el plan fuese aprobado en la cámara baja controlada por los demócratas, no parece tener muchas oportunidades de prosperar en el Senado, donde los republicanos se han opuesto desde hace tiempo a la estadidad puertorriqueña.
Los votantes también podrían elegir la independencia plena o una independencia con libre asociación, cuyos términos serían definidos tras negociaciones sobre relaciones exteriores, ciudadanía estadounidense y el uso del dólar, dijo el representante Darren Soto.
Si ninguna opción gana la mayoría, se realizaría una segunda ronda de votación entre las dos alternativas más apoyadas.
La propuesta aún no ha sido presentada formalmente, y sigue a meses de negociaciones entre legisladores federales que por mucho tiempo han estado en desacuerdo sobre el estatus político de Puerto Rico.
“Llegar a este punto no ha sido un proceso fácil. ¿Es la perfección? No”, dijo el representante Raúl Grijalva, que preside la Comisión de Recursos Naturales de la cámara baja.
El líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, dijo que todos los participantes en las conversaciones tuvieron que efectuar concesiones, pero prometió hacer que la propuesta avance.
Puerto Rico ha realizado siete referéndums unilaterales sobre el asunto, ninguno de ellos vinculante, pero este sería el primero que no incluiría la posibilidad de continuar el estatus actual de estado libre asociado.
En las consultas previas no hubo mayorías claras en favor o en contra de la estadidad. La última fue realizada durante las elecciones generales de noviembre de 2020, con 53% de votos a favor de la estadidad y 47% en contra, y una participación de apenas poco más de la mitad de los votantes empadronados.
Debido a que residen en un territorio de Estados Unidos, los puertorriqueños tienen la ciudadanía estadounidense pero no se les permite votar en las elecciones generales. Cuentan con un representante en el Congreso con poderes limitados de voto y reciben menos dinero de ciertos programas federales que los residentes de los estados del país.
“Nadie puede negar que el estatus actual de Puerto Rico no es democrático”, dijo el gobernador Pedro Pierluisi, cuyo Partido Nuevo Progresista ha promovido desde hace tiempo que la isla se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos.
El opositor Partido Popular Democrático, que respalda el statu quo, rechazó el plebiscito propuesto porque no incluye el estatus político actual de Puerto Rico.
“Este proyecto excluye a los que piensan distinto”, dijo el presidente del partido, José Luis Dalmau, que también preside el Senado de la isla, y se comprometió a luchar contra la propuesta. “Es una falta de respeto”.
En tanto, los que sí la respaldan dijeron que el paso siguiente es realizar audiencias públicas en Puerto Rico sobre la medida antes de que sea presentada a debate en la cámara baja. Si a la larga es aprobado, Pierluisi dice que el plebiscito se llevaría a cabo el 5 de noviembre del 2023.
La propuesta se dio a conocer en un momento en que Puerto Rico trata de recuperarse de la devastación causada por el huracán María en 2017 y de reanimar su economía luego de una larga bancarrota.
Existe además un descontento creciente con los dos partidos principales de la isla y una serie de escándalos del gobierno. Por primera vez, en las elecciones de noviembre de 2020 los dos partidos principales de Puerto Rico no consiguieron 40% de los votos. Pierluisi ganó con apenas 33%.
“Sé que todos nos sentimos escépticos debido a la dinámica política de Puerto Rico”, dijo la representante Nydia Velázquez, que respalda la nueva propuesta.