SANTIAGO (AP) — La periodista chilena Francisca Sandoval murió el jueves luego de agonizar durante 11 días tras ser baleada en el rostro presuntamente por un delincuente común mientras reporteaba una marcha el 1 de mayo, informó el hospital donde estaba internada.
El presidente Gabriel Boric expresó su pesar en su cuenta de Twitter y escribió que la joven de 29 años, fue “víctima inocente de delincuentes. No permitiremos la impunidad”.
Sandoval, quien tenía una hija de cinco años, reporteaba en una populosa comuna de la periferia santiaguina, conocida por la enorme cantidad de comerciantes ambulantes, cuando súbitamente sujetos empezaron a disparar indiscriminadamente sin que estén claras las razones por las que lo hicieron. Hirieron a la joven y a otras dos personas.
La policía detuvo a un par de personas y responsabilizó a uno de ellos, con antecedentes delincuenciales, mismo que permanece en arresto domiciliario.
Múltiples hechos de violencia a mano armada llevaron al gobierno a señalar que incrementarán la labor policial para decomisar armas. El temor de la ciudadanía se incrementa con las noticias que casi a diario dan cuenta de violentos robos de automóviles cuando las personas se disponen a ingresar a los estacionamientos de sus hogares.
Para calmar los ánimos, el gobierno de Boric reforzó 17 de las 346 comunas chilenas con 700 policías, despertando las quejas de ediles que no fueron favorecidas con más agentes.
A la violencia en las ciudades se suman también casi a diario atentados incendiarios y con armas protagonizados por encapuchados que atacan maquinaria forestal y camiones en el sur del país, lo que llevó a Boric a reiterar que se opone a decretar estado de emergencia y a cambio anunció que buscaría instalar un “estado intermedio” que permita usar a militares en la vigilancia de las carreteras de las regiones de La Araucanía y el Biobío, 600 kilómetros al sur de la capital chilena, luego de un paro de camioneros que obstaculizaron el tránsito en una de las principales rutas del país.
Sin embargo, a pesar de sus intensas tratativas políticas, hasta ahora no ha logrado alinear a la oposición y a sus propios legisladores. Parte del oficialismo quiere que los uniformados puedan resguardar infraestructura crítica y la oposición demanda que se use el tradicional estado de emergencia.
La violencia en el país y una oleada inflacionaria se han convertido en las principales preocupaciones de Boric, que en la víspera cumplió dos meses en el poder.