JINBA, Cisjordania (AP) — Todo aquí es improvisado, resultado de décadas de incertidumbre. Las viviendas están hechas de hojalata y láminas plásticas, el agua es traída en camiones cisterna y la electricidad se obtiene a partir de baterías o de algunos paneles solares.
La vida de miles de palestinos en un grupo de comunidades de beduinos del sur de Cisjordania ha estado en compás de espera desde hace más de cuatro décadas, desde que Israel declaró que la tierra que cultivaban y en la que vivían sería una zona de entrenamiento militar de las fuerzas israelíes.
Desde esa decisión de 1981, los residentes de la región de Masafer Yatta han capeado demoliciones, incautación de propiedades, restricciones, interrupciones en el suministro de alimentos y agua, y una amenaza persistente de ser expulsados.
Esa amenaza se incrementó significativamente esta semana, después de que la Corte Suprema de Israel ratificó una añeja orden de expulsión contra ocho de 12 aldeas palestinas que forman Masafer Yatta, lo que podría dejar a cuando menos 1.000 personas sin hogar.
El viernes, algunos residentes dijeron que están decididos a permanecer en estas tierras.
El veredicto fue emitido después de una lucha jurídica de más de dos décadas por parte de los palestinos para permanecer en sus viviendas. Israel ha alegado que los residentes sólo usan el área para la agricultura de temporal y que ya habían rechazado ofertas para alcanzar una solución negociada en la que habrían tenido acceso ocasional a la tierra.
Los palestinos alegan que si el fallo se implementa, despejará el camino para el desalojo de las 12 comunidades que en total tienen 4.000 habitantes, en su mayoría beduinos cuya economía se basa en el manejo de rebaños y una forma tradicional de agricultura en el desierto.
Los residentes de Jinba, una de las aldeas, dijeron el viernes que se han opuesto a cualquier acuerdo porque han vivido en la zona mucho antes de que Israel ocupara Cisjordania en la guerra de Oriente Medio de 1967.
Issa Abu Eram nació hace 48 años en una cueva en un terreno montañoso accidentado y ha soportado una vida dura porque aquí está prohibido construir.
En el invierno, él y los miembros de su familia viven en una cueva. En el verano, se quedan en caravanas cercanas. Sus cabras son una fuente de ingresos, y el viernes había puesto a secar en el techo de una choza decenas de bolas endurecidas de yogur de leche de cabra.
Admitió que sus hijos han crecido con la amenaza de expulsión pendiendo sobre sus cabezas. Están asistiendo a una escuela improvisada en Jinba, con el hijo mayor ahora en el 12mo. grado.
“Él no ha vivido en ningún otro lugar más que en Jinba ¿Cómo vas a convencerlo... de vivir en otro lugar?” se preguntó.
Últimas Noticias
España nombrará enviado especial para Siria que traslade "líneas rojas" para tener relaciones con las autoridades
España busca establecer contacto con las nuevas autoridades islamistas en Siria, marcando "líneas rojas" y asegurando un retorno seguro para los refugiados según los criterios de ACNUR
Mali inaugura la primera mina de litio en el sur del país que explorará la china Ganfeng
Mali inicia la explotación de litio en Goulamina con la participación de Ganfeng Lithium, generando 2.000 empleos y aportando más de 400.000 millones de francos CFA a la economía nacional
Noruega destina 230 millones de euros en ayudas a la Armada ucraniana para hacer frente a Rusia en el mar Negro
Noruega apoya el fortalecimiento de la Armada ucraniana con 230 millones de euros para proteger a la población y garantizar la seguridad de las exportaciones en el mar Negro

Siete turistas intoxicados en Fiyi tras la ingesta de alcohol en un complejo hotelero
Cinco turistas australianos y un estadounidense reciben el alta tras intoxicarse en un hotel de Fiyi, mientras se investiga la causa de las hospitalizaciones y se actualizan alertas de viaje
HRW cifra en 1.360 los niños que siguen separados de sus familias por las políticas de Trump en frontera
Más de 1.360 niños continúan separados de sus padres seis años después de la política de separación forzada implementada por el Gobierno de Donald Trump en la frontera estadounidense
