Tras el aborto, la comunidad LGBT+ en Estados Unidos teme que sus derechos sean los próximos en ser derogados

La filtración de un borrador invalidando el predecente que habilita los abortos desde 1973 prendió las alarmas en las disidencias sexuales y de género, tras la invocación por parte de la mayoría conservadora de la Suprema Corte de una interpretación “originalista” de la Constitución.

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Un activista sostiene una bandera
Un activista sostiene una bandera del Orgullo mientras corre delante del edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos (REUTERS/Tom Brenner)

¿Tras el aborto, el matrimonio homosexual? Si la Suprema Corte de Estados Unidos borra de un plumazo el derecho de las mujeres a abortar, juristas y militantes LGBT+ temen que el matrimonio entre personas del mismo sexo, legal en todo el país desde 2015, sea el próximo objetivo de los conservadores.

Tras la filtración de un borrador del proyecto de la máxima autoridad jurídica del país para derogar el derecho al aborto consagrado por un fallo del tribunal de 1973, conocido como “Roe versus Wade”, el presidente Joe Biden advirtió que “todas las decisiones sobre la vida privada” de los estadounidenses y “y una serie de otros derechos” están en juego.

Entre ellos, la contracepción y el matrimonio de personas del mismo sexo.

En Nueva York, bastión histórico de los movimientos de apoyo a las minorías y personas LGBT+, miles de manifestantes salieron la noche del martes a dejar oír su indignación en Manhattan. Los manifestantes advertían que la arremetida conservadora no parará con el aborto.

“¿Cuál es el siguiente? ¿Cuál es el siguiente, ¿Cuál es el siguiente?”, se desgañitaba la fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, demócrata, feminista y afroestadounidense. Para la magistrada, los derechos fundamentales en la Constitución permiten a cualquiera “casarse con quien quiera” y a los “miembros de la comunidad LGBT+ tener derechos”.

El matrimonio de parejas del mismo sexo está reconocido a nivel federal desde el fallo de la Corte Suprema de junio de 2015. Por tanto se impone a los 50 estados federados, incluidos aquellos, en particular en el centro y sur del país, que lo prohibían expresamente en sus constituciones.

Biden advirtió que "todas las
Biden advirtió que "todas las libertades individuales" están en juego, tras la filtración del voto a favor de revertir el precedente que permite el aborto (REUTERS/Kevin Lamarque)

Si la Corte Suprema, de mayoría conservadora tras los 3 nuevos integrantes designados por Trump, dinamita el derecho al aborto, juristas temen que la alta jurisdicción también lo haga con otros derechos individuales.

Estos expertos se basan en el borrador que redactó el juez conservador Samuel Alito del Tribunal, revelado el lunes por el diario Político, que tuvo el efecto de una bomba.

Razones para preocuparse

El fallo "Roe v. Wade", que basa el derecho a abortar en el derecho constitucional del respeto a la vida privada, "está infundado desde el inicio", escribe el juez Alito, pues "no está protegido por ninguna disposición de la Constitución" de Estados Unidos.

La 14ª enmienda de la Constitución, ratificada en 1868, no hace referencia a derechos fundamentales particulares. Pero prohíbe al Estado "privar a una persona de su vida, de su libertad o de los bienes sin un proceso jurídico regular".

La jurisprudencia de los tribunales estadounidenses se apoya desde hace años en estas disposiciones para garantizar los derechos y libertades individuales como la contracepción, el aborto o el matrimonio homosexual.

Pero para el juez Alito, para ser garantizados estos derechos deberían estar "profundamente enraizados en la historia y la tradición de esta nación". Lo que no es el caso del aborto, según el juez, que sostiene que en la época de la 14ª enmienda, "tres cuartos de los estados (estadounidenses) consideraban el aborto como un crimen en todas las etapas del embarazo".

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Tras la filtración, miles de
Tras la filtración, miles de mujeres salieron a protestas en varias ciudades de los EU (REUTERS/Yana Paskova/File Photo)

Con este razonamiento jurídico, la Corte Suprema podría “abrogar derechos constitucionales que generaciones de estadounidenses consideran adquiridos”, denuncia la profesora de derecho de la Universidad de Columbia, Katherine Franke.

“No solo el aborto, sino la contracepción, el matrimonio entre personas del mismo sexo y la penalización de la sexualidad fuera del matrimonio o entre personas del mismo sexo”, explica. Su colega de la Escuela de Derecho de Nueva York Arthur Leonard piensa que la “tentación está ahí (...) en elevar estos asuntos a la Corte Suprema”.

“Hay mucha gente conservadora en Estados Unidos que, ya sea por razones religiosaso morales, está en contra del matrimonio de las personas del mismo sexo”, lamentó.

(con información de AFP)

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