Por Laura Gottesdiener
MONTERREY, MÉXICO, 20 abr (Reuters) - Más de dos docenas de mujeres y niñas han desaparecido en lo que va de año en el estado Nuevo León, en el norte de México, lo que ha desencadenado una frenética búsqueda entre los residentes quienes esperan que sus seres queridos no se hayan convertido en las últimas víctimas de la endémica violencia de género.
El martes, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, dijo que 26 mujeres y niñas han desaparecido desde principios de año y que cinco más han sido encontradas muertas después de haber sido reportada su desaparición.
Durante una conferencia de prensa en la capital del estado, Monterrey, considerada la ciudad industrial más importante de México, García prometió aumentar la financiación y los recursos para combatir la violencia de género.
Entre las desaparecidas se encuentra Debanhi Escobar, una estudiante de derecho de 18 años de quien no se sabe nada desde el 9 de abril. La última foto de ella con vida, que se ha hecho viral, la muestra de pie al borde de una carretera en las afueras de Monterrey, no lejos de la oficina de la Fiscalía.
Su desaparición, que se produjo dos días después de que se encontrara en esa ciudad el cadáver de otra mujer secuestrada, María Fernanda Contreras, ha desencadenado protestas y la atención nacional sobre la crisis de violencia de género y desapariciones en todo México.
"PODRÍA SER MI HIJA"
El país ha registrado 155 feminicidios en los dos primeros meses de 2022, según cifras oficiales. Casi 25,000 mujeres más están desaparecidas a nivel nacional.
Las desapariciones y los feminicidios forman parte de una crisis de violencia más amplia en México, donde los homicidios anuales superan los 30,000. Desde 2006, cuando el gobierno mexicano declaró la guerra a los cárteles de la droga, lo que provocó un aumento de la violencia, también han desaparecido más de 85,000 personas.
Unas 10 mujeres son asesinadas cada día en México, según datos oficiales, donde la violencia de género desata regularmente protestas. Poco antes de su desaparición, Escobar fue una de las miles de mujeres que asistieron a una serie de manifestaciones nacionales contra esas agresiones y crímenes motivo del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
"Andaba en las marchas feministas porque siempre quería apoyar a la gente", confesó a Reuters el padre de Debanhi, Mario Escobar. "Espero que sea un parteaguas para que no falte ninguna niña más, ninguna joven más".
El lunes, los padres de Debanhi, flanqueados por agentes de policía fuertemente armados y perros rastreadores, recorrieron los terrenos de una empresa de camiones cerca del lugar donde su hija fue vista por última vez.
Cerca de allí, una docena de mujeres distribuyeron volantes a los conductores que atravesaban la zona ofreciendo una recompensa por información sobre el paradero de Debanhi.
María Rodríguez comentó que había participado como voluntaria en las tareas de búsqueda todos los días, soportando un calor sofocante y saltándose las recientes festividades de Pascua, porque la adolescente desaparecida le recordaba los riesgos que corría su propia hija de 20 años, Arlen.
Contemplando un santuario improvisado con una foto sonriente de Debanhi, Rodríguez suspiró: "Ella podría ser mi hija", dijo. (Reporte de Laura Gottesdiener y Daniel Becerril en Monterrey; Reporte adiconal de Lizbeth Díaz en Ciudad de México; Editado por Stephen Eisenhammer y Christopher Cushing; Traducido por Diego Oré)