Por Ana Mano
SAO PAULO, 19 abr (Reuters) - Los puertos de uno de los mayores estados agrícolas de Brasil están manejando una cantidad inusual de fertilizantes después de que los importadores se apresuraron a asegurar suministros por el temor a que las sanciones a Bielorrusia y Rusia reduzcan el comercio, dijo la autoridad portuaria de Paraná.
Los importadores brasileños están ansiosos por garantizar la oferta de nutrientes para los cultivos, aunque no tengan dónde almacenarlos. Brasil depende de las importaciones para el 85% de sus necesidades de fertilizantes.
Paranaguá, uno de los puertos más activos del país, tiene 18 buques a la espera de descargar cerca de 600.000 toneladas de productos fertilizantes de diversos orígenes, dijo la autoridad portuaria de Paraná en un comunicado.
La totalidad de los 3,5 millones de toneladas de almacenamiento del puerto ya están en uso, lo que dificulta el trabajo de descarga, dijo el martes Luiz García, presidente de Parana Ports, en una entrevista con Reuters.
La velocidad de descarga de fertilizantes de Paranaguá, que depende de factores como la estrategia comercial de los importadores, el clima y la disponibilidad de almacenamiento, ha sido desafiada por un aumento en el tráfico, 12 días de lluvia en marzo y un espacio de almacenamiento limitado.
García dijo que una fila de 18 buques representaba una mejora respecto de las últimas semanas, cuando a 30 barcos esperaban para descargar fertilizante en Paranaguá.
Los datos de envío muestran que se están cumpliendo los pedidos y que los buques de fertilizantes se dirigen desde Rusia a Brasil, lo que podría permitir una temporada normal de siembra de cereales, pese a que las sanciones afectan al país proveedor.
Los puertos de Paraná, incluidos Paranaguá y Antonina, gestionaron 3,068 millones de toneladas de importaciones de fertilizantes en el primer trimestre, lo que supone un aumento del 26% y un 31,5% del total de las importaciones de fertilizantes de Brasil, según la autoridad portuaria. (Reporte de Ana Mano Editado en español por Javier Leira)