PILAR, Argentina (AP) — La polista ítalo-argentina Camila Rossi recuerda las miradas de reprobación de los niños varones cuando le tocaba compartir con ellos equipo en torneos infantiles. La estadounidense Erica Gandomcar encabezó intentos fallidos por convencer a los líderes de la asociación de su país de organizar un campeonato mundial de mujeres.
Los obstáculos que enfrentaron para la práctica de un deporte tradicionalmente considerado de hombres se convierten en una anécdota graciosa mientras las jugadoras se alistan junto a otras 22 mujeres para la prueba de caballos en un campo de las afueras de Buenos Aires, justo la víspera del primer mundial de polo femenino que se disputará desde este sábado hasta el 16 de abril en el país sudamericano.
Argentina, Estados Unidos, Inglaterra, Irlanda, Brasil e Italia se enfrentarán en el Campo Argentino de Polo, considerado la “catedral” de esta disciplina en el país. La entrada será libre y gratuita con el objetivo de fomentar el polo al público en general.
“El polo ha sido dominado por los hombres por mucho tiempo. Y ahora culturalmente las mujeres en general en todo el mundo están siendo escuchadas. Hay mujeres CEO de empresas, no hay razón de que haya diferencias”, valoró Gandomcar, quien forma parte de un comité de la asociación de polo de los Estados Unidos. “Por años intentamos organizar un mundial para mujeres. Este es un sueño hecho realidad”.
Los seis seleccionados se dividirán en dos grupos de tres y jugarán todos contra todos. Los dos primeros de cada zona se cruzarán en las semifinales y los ganadores jugarán la final.
“La idea nace por el crecimiento en los últimos años de las mujeres en el polo. Es impresionante la cantidad de mujeres que han empezado jugar”, apuntó Horacio Areco, el argentino que preside la Federación Internacional de Polo (FIP). “Coincide con esta participación general de las mujeres en todo el mundo, en todas las actividades. En el polo se ve claro que fue muy rápido el crecimiento”.
A diferencia del fútbol, en el cual las mujeres protagonizaron una pelea pública para ganarse el derecho a jugar profesionalmente y cobrar lo mismo que los hombres, en el polo un grupo de pioneras con bajo perfil empezaron a competir en equipos de hombres.
El primer hito se concretó en 2010 cuando Argentina estableció un hándicap especial para mujeres.
El hándicap es un sistema para medir el nivel de juego de los polistas según su desempeño como jinetes, taqueo, torneos disputados, goles y puesto del equipo en torneos oficiales. El máximo hándicap es 10, que alcanzan los jugadores profesionales. En tanto que el mínimo es 0 y corresponde a los principiantes.
“Hoy todo fluye. Antes era más difícil”, reconoció Rossi, una argentina con nacionalidad italiana que representará al país europeo en el campeonato mundial. “Yo arranqué a jugar en un club donde era la única mujer entre todos chicos. Y por ahí el comentario era: ‘¡Uy!, me toca con Cami’... Un mundial ayuda a que el deporte se afiance bien en cada país, que se promueva y se fomente más. Es buenísimo poder competir entre países”.
En Pilar, suburbio en las afueras de Buenos Aires, las polistas recibieron las instrucciones en inglés sobre las reglas de la competencia. Los partidos se jugarán de cinco períodos (llamados chukkers) de cuatro minutos y 30 segundos.
Tras la foto oficial conjunta, que pasará a la historia, los equipos se dirigieron a sus respectivos palenques donde aguardaban algunos de los mejores caballos de polo criados en Argentina y que en algunos casos tienen un valor que supera los 100.000 dólares.
La polista inglesa Fran Townend llegó caminando con ayuda de una muleta debido a las secuelas que dejó en su cuerpo un grave accidente de tránsito que sufrió hace cinco años y que le demandó una larga rehabilitación. Con el atuendo oficial del equipo inglés y gorro lila subió al caballo que le tocó por sorteo y comenzó a trotar por el campo para familiarizarse con él.
“Es muy emocionante para mí haber sido seleccionada para representar a Inglaterra en el primer mundial de mujeres y además como una jugadora con una discapacidad ser reconocida en el mismo nivel que el resto de las jugadoras”, destacó Townend. “El juego de mujeres no es sobre fuerza sino sobre claridad mental para jugar”.
El mundial fue declarado de interés nacional por el gobierno argentino.
“El polo femenino se encuentra en constante crecimiento, tanto en la República Argentina como en el mundo, y es por ello que este Campeonato Mundial visibiliza a las mujeres polistas, fortaleciendo su presencia en el deporte”, según la resolución.